Noviembre del 2013
Publicado en Cuentos el 20 de Noviembre, 2013, 9:39
por MScalona

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Mi madre. Mi padre.
Nací de un adiós rechazado. De uno de los tantos
adioses que mi madre, débil, quiso decirle a mi padre. Mi abuela, nunca entendió
porque mi madre tomó ese avión. Ella era una persona adicta a las casualidades
y a interpretar en los hombres algo que nunca le han querido decir. Por eso
cuando mi padre le reenvío el recorte digital del mundo. es del 22 de agosto
del 2013 creyó entender que él le estaba pidiendo que terminara con parte de
su pasado para empezar, junto a él, un nuevo futuro.
El mundo.es
22/08/2013.
El peso de los 'candados del amor' que invaden el Pont des
Arts de París hace temer al ayuntamiento parisino por la estabilidad de las
barandillas del puente, aunque no suponen un verdadero peligro para la
estructura de este célebre enclave romántico.
Cuatro manos se afanan en
enganchar un pequeño candado con los nombres de sus propietarios escritos para
después lanzar la llave al río como promesa de amor eterno.
De la mañana
a la noche, cada día, parejas de enamorados, grupos de amigos o familias dejan
constancia de su relación a través de una simbólica cerradura que amarran a esta
pasarela más de 200 años después de su construcción.
El monumento cruza
el Sena para unir el Museo del Louvre -antaño Palacio de las Artes, de donde el
viaducto recibe su nombre- y la Academia Francesa. Su aspecto actual, con 155
metros de entablado en madera y barandas metálicas, data de 1984, cuando sufrió
su última reforma. Pero la moda de revestirlo de candados no tiene una
década.
No está claro cuándo o cómo empezó esta tradición, aunque parece
venir de Europa del este y haberse intensificado con 'Ho voglia di te' (Tengo
ganas de ti), la novela rosa del italiano Federico Moccia, cuyos personajes
colocaban un cerrojo en el Ponte Milvio de Roma.
En la Ciudad de la Luz
hicieron acto de presencia a partir de 2008, pero no fue un fenómeno importante
hasta un par de años después, según ha explicado el ingeniero responsable de los
puentes del Sena en París, Ambroise Dufayet.
Desde entonces el fenómeno
creció hasta convertir en reto localizar huecos libres, un exceso que "puede
degradar puntualmente las barandas", comenta Dufayet, quien precisa que
regularmente "se inspecciona su estado y cuando parecen presentar problemas para
las personas o el patrimonio se reemplazan".
No deben temer por el
momento ni los amantes, ni los muchos vendedores que hacen del afecto su
ganancia, un negocio que aparentemente marcha viento en popa por lo que muestra
Shari, comerciante ambulante indio instalado en el banco más cercano al Louvre
desde hace ya dos años.
Un negocio lucrativo
Shari no quiere
revelar qué beneficios recauda, pero sí explica -en inglés- que el precio de las
pequeñas cerraduras no ha cambiado gran cosa. Aunque hay otros puentes en París
a los que también les crecen candados, el de las Artes es el mejor pues "no sólo
es famoso en Francia, sino en Facebook", dice convencido.
Él y otros
comerciantes afirman que los que compran son casi siempre turistas, que cuelgan
su candado e inmortalizan el instante con una cámara o un teléfono
móvil.
Lola es una niña de Buenos Aires y quiere dejar un recuerdo junto
a sus padres; Hikari y Ai, dos japoneses que desean sellar sus sentimientos; y
Elisa, una española que espera que el resto de sus amigas encuentren el candado
cuando visiten París.
En el monumento, reconvertido en atracción
turística, se escuchan todos los idiomas, como una torre de Babel horizontal en
la que incluso se puede hablar francés y encontrar algún nativo, como Elene y
Emmanuel. Ellos son dos "antiguos parisinos" afincados en Israel que quieren
eternizar su cariño tras 55 años juntos porque "no es más que el principio",
asegura él con una sonrisa. "Esto no existía cuando vivíamos en París, lo vimos
en un programa de televisión y como estamos de vacaciones, queremos poner un
candado", añade ella con complicidad.
Las parejas que deseen probar
suerte podrán seguir haciéndolo pues el ingeniero responsable del puente
ratifica que "a día de hoy esta práctica no supone riesgos estructurales para
las barandillas del Pont des Arts".
"Regularmente hay agentes que pasan
para observar que no haya agujeros o elementos metálicos que puedan presentar un
peligro, especialmente para los niños, pues sus cabezas tienen la altura de
estas verjas", prosigue Dufayet. De ser así, se reemplaza el panel dañado por
otro que al ser nuevo se encuentra libre, señala el ingeniero. "Así la gente se
puede apropiar del nuevo panel y la práctica continúa".
Y ahí estaba
otra vez, Charles de Gaulle o ciudad gótica. Y París por tercera vez, pero nunca
sola, nunca en un fin y un comienzo. Buscó el bus que la dejara en el arco de
algún triunfo, donde se había despedido la ultima vez de la Champs Elysees. Unos
dieciocho euros y el poco trafico la dejaron dos horas después en el punto
neurálgico. Algunas ciudades se le habían grabado mas allá de su memoria.
Esperó el semáforo de la gran avenida, para sumergirse en el metropolitan. Tal
vez, un plus de nostalgia le acompañaban. Las ciudades subterráneas a ella y
luego a mi, nos parecen no menos interesantes que las reales. Miró el mapa, ya
gastado de las otras visitas, las combinaciones de subtes que no acostumbraba a
tomar y trató de recordar cual de todos la dejarían allí. Miró la gente feliz y
en manada apuntarse con baguettes, quesos y champagne. Se bajó en la estación
de metro, volvió a las alturas, impoluta estaba Notre Dame, catedral de
Gárgolas y amor entre desiguales. Viró a la izquierda para buscar rápidamente
el boulevard Saint Germain, todavía restaba hacer tiempo. Esa era mi madre en
Paris, mi vieja,con sus taquitos blancos y negros, las pantimedias espesas
oscuras, el sobretodo hasta las rodillas que le marcaba estrictamente la
cintura, olfateando calles con sus labios bien pintados de rojo radiante, con
su boina calada al estilo del che . Compró un bouquet de rosas rojas, la
sensualidad fue parte de su naturalidad, de esa espontaneidad que hacia a los
hombres darse vuelta en las veredas y quedarsele inmóvil observándola cualquiera
fuese la dirección que ella tomase. Esta vez, se sumergió con sus pasos de
garza, de ex alumna ballet que por nacer en un pueblucho de la llanura pampeana
nunca fue, con sus movimientos coordinados, su vaivén estresante de cintura
remarcada. Se internó astutamente en el corazón del barrio latino, donde me ha
dicho, que es posible ser feliz por el mero acontecimiento de estarse. Por la
pasarela de la vida, caminaba mi madre. Doblando en alguna esquina para
atravesar su galería descubierta favorita acosada por banderines de colores que
de punta a punta se mecen en el aire. Eligió el café de siempre, de siempre que
iría a París y depositó en la mesa el ramo de flores. Pidió la carta y
agradeció en francés. Un grupo de amigos continentales y de mares la llamaron
ofreciéndole un lugar en su mesa, ella era, mas que hermosa, realmente atractiva
y si siempre sufrió a causa de los hombres, fue porque estos le llegaban como
las golondrinas en temporada. Les agradeció, simpática, pero les rechazó. Entre
otra de sus adicciones, que por suerte no heredé, estaba la de catarsis con
extraños. Los actos verdaderamente heroicos, supo enseñarme, se arremeten
individualmente, sin el aliento o el coraje de otros. Los guantes de cuero que
llevaba puestos quedaron a un costado, dejando al desnudo, sus manos flacas y
chicas, con alguna uña mal pintada, mi madre podía ser impúdicamente sensual mas
allá de los pequeños detalles. La carta, que el mozo le dejó con tono de
conquista, era alentadora, eligió un menú modesto y apetecible, que desguazó
aunque despacio, como si masticara algo mas que un trozo de comida, como si
bebiera Evian con sorbos de tristezas. Un Merci demasiado Argentino, una propina
que dejó inclinándose de lado, tomando al mismo tiempo la cartera y dejando
entrever sus kilométricas piernas, la empujaron otra vez hacia la calle, donde
el viento helado , le secó la ultima lágrima que empezaba a bifurcarse en su
cara, dándole la sensación de porcelana, belleza y coraje. Las mujeres, me dijo
un día depilandose las piernas, cuando se sienten bellas, se siente fuertes.
Para mi, mi madre era fuerte porque se creía bella, para mi padre sin embargo,
era bella porque se creía fuerte. Y ahí estaba, otra vez,salpicando con pasos
violentos el boulevard Saint Germain o Saint Michel. Iban a dar las once y
cuarto por lo que apuró el paso hasta bordear el Sena. Bajó viendo los destellos
de la torre Eiffel eterna. Iba tan ensimismada, que de casualidad vio el
puente, y vio, esa tarde de mayo de hace unos años. Con resolución subió los
peldaños hasta perderse entre la multitud de candados. Leyó fechas, nombres,
el amor de un mundo entero plasmado. Encontró sus iniciales, se quitó con la
boca los guantes, buscó en el bolsillo del saco, empujó con los dedos la llave
hasta que penetrara en la ranura que pareció estar oxidada. Eran las doce de la
noche y sonaba Norte Dame. El fierro cedió, se abrió, ella respiró, suspiró, se
desinfló, soñó. Se puso nuevamente los guantes, el frío calaba las falanges y
ahora si, tiró la llave, el candado entero al río. Su mirada se clavó por un
instante, en esa masa de agua helada, en el golpe de cuchillas que serían para
el cuerpo. Si comprometerse en París fue romántico, morir le parecía aún
más.
París por tercera vez, pero nunca sola, mamá no entiende porque
llegue y me fui , nadie entiende que no estoy huyendo, o si, tal vez sí, pero
huir para encontrarme en todo caso. Quiero prometerle que es la última pero ni
yo se si es así o es algo que me quiero creer. Siempre esta dicotomía de no
saber si realmente es así o es algo que yo o no se quien quieren hacerme creer.
Yo le dije a mamá que si, que quiero volver, asentarme, tener un hijo, casarme,
no casarme no, o si, casarme si, y con fiesta? A lo grande como la García Lema?,
no, casarme no, o si pero sin fiesta, y con quien? Con él? Me gusta? No. Y si no
me gusta que mierda hago acá?, estoy acá por él, él me mando esa puta noticia,
me dijo algo así del pasado, como era? Ah, que para avanzar debemos retroceder,
que para cerrar algo, primero debemos abrirlo. Pero estoy acá un poco por mi
también. Volví a la ciudad donde la primera vez no me quisieron besar, y donde
la segunda declararon quererme demasiado. Es justo que las cosas hayan terminado
así,si tengo la llave, fue porque empecé esa guerra asegurando un
salvoconducto, guerra fría, la mas aburrida de todas las guerras; se pacta desde
un principio las derrotas. Sé lo que dije esa vez, que importa cuanto?, importa
que en este momento, ahora, sentimos que es eterno. Y la palabra eternidad me
retumba el lóbulo límbico estallando en mil imágenes de todos los hombres a los
que de alguna manera ame, sí de alguna manera, los ame a todos. Eterno,
eternidad, éter, etéreo. A veces solo tengo deseos de ser algo etéreo, el
problema del peso y de la levedad, ese problema no es solo el de Milán, aunque
él lo escribió, es verdad.
Unas risas desproporcionadas le desvelaron
del entresueño, dos mujeres abrazaban a un hombre y empezaban a caminar sobre
el puente. Dos esqueléticas mujeres, con sus sacones de pieles abiertos, medias
en red y altos stilettos. Quien las abraza por la cintura, parece relatarles
algo que las hace reír con furia. Entonces lo vio, con su peinado de flequillo
inflado, con sus dientes blancos y brillantes. A James Deam también le hubiese
gustado que lo viéramos en colores y actual como mi madre vio esa noche a mi
padre.. El tiró la cabeza hacia atrás, o moviéndola como quien no quiere creer
en las coincidencias buscadas. Su boca, titilando en milimétricos centímetros
hacia la derecha, como yo también lo hago, le recordó a ella muchos
porque.
- venís con nosotros a una fiesta?- aferrado a las cinturas de
las criaturas celestiales como salvándose de algún infierno- fue lo único que
logró decirle cobardemente mi padre.
- no, gracias; mi avión sale a las
tres.
Era mentira, pero menage a trois siempre fueron los de su cama, un
convite mental a otras y ella estaba desilusionadamente cansada, perturbada,
desquiciada, y sintió como una bofetada inmaterial le arañaba la cara. Se vio de
golpe tonta y triste, viajando miles de kilómetros por un pasado que, sin
futuro, no tenía demasiado sentido terminar de romper.
Ese era mi padre,
un hombre tan lleno de vida que necesitaba ser idiota y mezquino, y las dos
cosas en conjunto y a la vez. La noche estaba muy fría, caminó sin
dirección hacia el final del puente, era París y estaba sola .
Suspiró; mañana un mensaje, seguramente, el libro que iban a empezar a leer.
Las bibliotecas son eternas, el amor, l' amour je ne sais pa, pensó mi madre y
se alejó sin perder su compostura de muñeca.
Miércoles 02 de Diciembre de
2013. Avión a París. Detrás de una mina? Es muy amplio. Yo la metí en esto, y
yo la tengo o tenía que rescatar?. No, no es solo eso, se que la perdía. Se que
hice todo para perderla, justo en este momento en que no me puedo permitir
perder ni a las bolitas. Me gusta de alguna manera. La quiero tener de alguna
manera también. Y fui estúpido, siempre lo soy. Del aeropuerto, en taxi hasta el
hotel, dejar las cosas en la habitación, ducharme. Sabía que anoche, ella iba a
terminar en mi cama, entre mis piernas, nunca deje de tenerle ganas, nunca deje
de saber que clase de mujer es. Entrar al ascensor y esas ladies, no fue mi
culpa!. Nunca pude rendirme ante tanta carne jadeante. El alcohol, que no estoy
acostumbrado a beber, el barman que se abuso de mi billetera promiscua, mi
promiscuidad y París, todo eso fue. Salí a la calle, a eso de las once y pico,
como un pelotudo abrazado, una de cada lado, eso no es sentirse un rey?.
Caminamos unas cuadras, riendo,bebiendo,cuando las quise dejar, me hablaron
dulcemente en francés al odio. Oh my God! Entonces seguí un poco mas y cuando me
di cuenta ya estaba sobre el puente, la vi, jodida y radiante. Estaba ahí, como
me imaginé que la encontraría..
"¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me
había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de
Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba
distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a
veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro,
inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños
del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin
sorpresa'
Me quise deshacer del candado humano que me atrapaba, pero fue
demasiado tarde. Ella me había visto con sus ojos tristes.
"Ella sufre
en alguna parte. Siempre ha sufrido. Es muy alegre, adora el amarillo, su pájaro
es el mirlo, su hora la noche, su puente el Pont des Arts." (Una pinaza color
borra vino, Maga, y por qué no nos habremos ido en ella cuando todavía era
tiempo.)'
Yo fui esa puta casualidad, debajo del puente de las Artes,
fui esa misera hoja roída por el viento, que fue a parar debajo de los zapatitos
negros y blanco con tacones de mi madre, que alzó aun temblando,y al leerle algo
se quebró, era realmente débil...
'...un encuentro casual era lo menos
casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma
que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de
dentífrico."
Entonces yo estaba a punto de nacer, porque ella sin
resentimientos,se detuvo en seco, miro hacia atrás, y el estaba ya solo,
esperándole.
Yo nací de un adiós rechazado, de uno de los tantos adioses
que mi madre, quien siempre ha necesitado papel rayado para escribir, quiso
decirle a mi padre, quien me ha contagiado la miserable costumbre de apretar
desde abajo el tubo del dentrifico. Al fin de cuentas, eso no me impidió crecer
sin resentimientos o solo con los propios con los que crecen todos los niños.
Todos los hijos, al menos científicamente, son una especie de casualidad, todas
las madres son frágiles Magas, todos los Padres son soberbios Oliveiras y todos
los hombres, finalmente, somos una especie de A Dioses.
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IRIS PAULINI
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Publicado en Ensayo el 20 de Noviembre, 2013, 9:15
por MScalona

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por alumnos como MATÍAS SETTIMO, sostengo el taller literario pese a tantas dificultades. Gracias Matías !!! Lo que sigue es su análisis de la novela colectiva de su grupo, "Zona 16", escrita este año en el taller.
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ANÁLISIS GENÉRICO: PRIMERA MIRADA, práctica-empírica
1.-¿ Qué aspectos del ejercicio (NOVELA COLECTIVA) te parecieron positivos, útiles, didácticos ? Menciona algunos. ¿Por qué?
2.- ¿Cuáles NO…? Menciona algunos. ¿Por qué?
Me parece que la novela colectiva genera una sinergia, una fuerza común que permite contrarrestar los miedos: ya sea el de animarse a escribir una novela u otros relacionados con la escritura. La contención de un grupo hace posible algo que es más arduo de forma individual. Sólo se aprende a escribir novelas escribiéndolas y leyendo muchas, y es un proceso maravilloso, pero en el que tenés que ser muy fuerte porque todo el tiempo está en juego la frustración. Uno escribe, o al menos es lo que me pasa a mí, escribo a pesar del escritor que soy, a pesar de todas mis limitaciones y, en general, en la corrección, me encuentro frente a párrafos que siento, que sé, que podrían estar mejor. Y más aún en el caso de escritores jóvenes, como es el nuestro, el tiempo se vuelve un coautor. El intercambio entre todos, tu guía, generan confianza y el aprender es casi forzoso.
Siento que hubo un déficit en el rumbo de la novela, en el argumento. Yo puedo escribir cualquier cosa, digo: no me cuesta escribir, no me cuesta definir el "como", pero lo que sí me cuesta mucho es tener un argumento, un "qué escribir". Siento que no se jugó un rol con contundencia, digo, si vamos a escribir una novela que tiene un triángulo amoroso, listo, por más que esté en desacuerdo como lo dije, pero hay que jugar esa, hay que hacer el triángulo y se tiene que ver, incluso para elegir desbaratarlo. Me parece que primó la historia o lo que cada uno quiso contar y que eso hizo compleja la armonización. Digo: lo último que quise fue contar un triangulo amoroso, pero esa había sido la pauta y había que escribirla, había que contarla. Creo que el no optar definitivamente por ese lado hizo que la novela (como un todo) se resquebrajara un poco. En algún punto siento que son muchas versiones de una misma historia. (Excluyo de lo que digo algunos capítulos que no los leí aún.) Y también siento que hubo un déficit en cuanto a las ideas, y esto nos incluye a todos (triángulo sí o triángulo no) creo que de ninguno de los dos lados hubo buenas ideas, buenos aportes que sostuvieran la novela. Faltaron no sólo una idea fundante (el cómo del triángulo) sino también buenas ideas que secundaran esta historia. y a la vez, tampoco podríamos haber escrito la novela que yo imaginé, o que me hubiera gustado escribir (yo estoy por el triángulo no) porque hubiéramos necesitado tres historias individuales, atractivas para cada uno de los personajes sin que se cruzaran.
ASPECTOS CRÍTICOS-ANÁLISIS PUNTUAL
3.- De cada categoría de construcción de la NOVELA, esboza una referencia positiva y negativa:
a) LENGUAJE-RECURSOS: nombrar algunos muy bien usados y cuáles pudieron haberse aprovechado más o mejor.-
RESALTO: el precioso capítulo de Andrea, que me dio ganas de gritar y saltar, y que me parece que tiene un regodeo en el lenguaje y un modo fresco de contar lo bello y lo triste. (Sí, kawabata). Me parece que hay un punto, y que es exacto, es como la cocción del arroz, no sé, por decir algo, en el que si el lenguaje está COMPLETAMENTE al servicio de la historia, fue, ya está, lo que hiciste es un hit, es un fuego. Si se pasa un poquito, y el lenguaje es demasiado poético o barroco queda viejo, vetusto y sin sentido. Si predomina la acción y en cuanto a lenguaje es pobre, se vuelve un relato de futbol, algo que no le interesa leer a nadie (como si yo le contara a alguien una película pornográfica, no calienta ni a un preso). Ahora cuando estas dos cosas: acción y lenguaje están equiparados, la rompe.
Vi dos casos: el capítulo de andrea (ayer releyendo me di cuenta de que reescribiría la última oración, con la que cierra) y el primer párrafo del capítulo de Mayra, que me dieron ganas de saltar, es precioso, sensible, atractivo.
El más contemporáneo en cuanto al lenguaje me pareció el de Belén, donde el lenguaje está totalmente al servicio de la historia y no hace ruido, no se quiere hacer ver.
Sobre las primeras personas o sobre el monólogo interior, me hubiera gustado en algunos capítulos mayor sinceridad, más fuerza. Admito que estoy en crisis con la primera persona y que bueno, uno ve las cosas tal cual es y no tal cual son…
Me voló la cabeza el riesgo que asumió Alfredo al escribir así. Es genial que alguien se tire al río, que alguien se prenda fuego. Me pareció un acto de resistencia. Rotundo, un golpe en el estómago. Hay cosas que no se pueden decir de otro modo, y en el modo está, creo, lo único que podemos hacer como escritores para hablar de algo tan repetido, tan visto, tan sabido por todos, como las relaciones humanas. Creo que fue el más valiente, que Alfredo se cortó una oreja. (¿Qué íbamos a hacer, hablar de amor?) Siento que encarnó el mundo, el ruido del mundo y que su capítulo mostró ruido, lo sordo que estamos, lo difícil que parece ser todo. Y lo hizo renunciando a su voz como narrador para acuñar todas voces, todas juntas, a la vez.
b) LA HISTORIA, LA CRÓNICA, LA FÁBULA, aspectos verosímiles-inverosímiles, entretenimiento, nivel de conciencia, soportes filosóficos, sociológicos, etc…
Me parece que hay que ser bien riguroso cuando se va a contar una historia de amor. Es como poner AMOR en un poema, o escribir una novela donde hay un muerto. En estos casos la vida útil es limitada, hay que hacerlo desde un lugar novedoso, o que al menos parezca nuevo. Yo estuve en contra del triángulo, pero admito que tampoco supe sugerir nada como para continuarlo, o darle alguna vuelta.
El único giro que me pareció estupendo fue el de la metaficción de Marisol, pero que fue resistido por esto de la inverosímil de que dos de los tres personajes tengan una historia bisexual. La verdad que el capítulo me pareció una pompa, redondito, un fuego y ni me fije en ese detalle de la sexualidad. Cuando lo releí en mi casa me dio gracia no haber reparado en eso. De todos modos el giro era tan loco, y Marisol escribe tan bien, que yo le perdono todo.
c) ESTRUCTURA DE LA NOVELA: ¿cuál fue? ¿Había otra posibilidad-es? ¿Resultó sólida, creíble, comprensible? ¿La estructura permitió contener la historia, cerrala, fue eficaz?
No, nada de eso. Me hubiera encantado una novela con tres historias individuales que se cruzaran entre sí pero solo desde lo simbólico, desde la necesidad de que ese otro desconocido del que no sé nada pueda resultar trascendental para mi vida. Pero también me parece que no teníamos la madurez para escribir algo así, que es como quemar un molde, patear un canon.
Me pareció muy accidentada, muy a la deriva en cuanto al argumento. Creo que tuvimos suerte que un tipo tan equilibrado y sereno como Matías cerrara la novela, y me parece que lo hizo muy bien. ¿Cómo se cierra algo que no cierra? No sé, pero Matías lo hizo muy bien.
ACLARO que me faltaron leer dos capítulos: el de Nico y el de Julia, pero sé qué fue lo que pasó por Belén.
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d) LOS PERSONAJES ¿son creíbles, actuales, completos? ¿qué aspecto-s te parecen destacables-aceptables-buenos y cuáles no? Explicar con cierto grado de detalle.
JANNA Lo que me gusta de ella es que es un ideal, y que eso la hace humana, pero a la vez inaccesible por anticuada. Me resulta pasada de moda, siento que habla en esperanto. Y eso es lo que me atrae. La búsqueda del padre me parece épica, pero creo que el toque moderno está en el hecho de que ella encarne, a la vez, a Ulises y a Penélope, pero sin fuerza, es tan pasada de moda que ella no es más que una sirena convencida de que vive en una novela francesa. Me gustó por eso, porque no le creí nada y porque lo que le duele, no lo dice, no lo cuenta.
Lo feo de ella me parece virtuoso.
MARTÍN
Encarna la convención, me resultó divertido.
SIN ÉL LA NOVELA HUBIERA SIDO INSOPORTABLE.
Habría que revisar hasta que punto no es medio una caricatura, pero ¿qué tipo contemporáneo no lo es? (excluyo de esto a los homosexuales, que es como es sabido, somos deidades, ja!)
NACHO
Quedó crudo. Le faltó un hervor y algunos lo arrebataron, y fue peor. No lo supimos esperar, no lo supimos ver. Tal vez, no sé, se me ocurre, deberíamos haber usado con él más la tercera, es raro usar la primera en alguien que se asoma, y nunca termina de aparecer. O tal vez yo tenga demasiados reparos con la primera persona. Transito este cruce: la primera coloquial (a lo Puig) sólo me gusta en Puig, que es un genio. Por fuera de Puig, náusea. La primera que me atrae es la de Nothomb por ejemplo, pero quién habla en primera persona como un lingüista??? Es irritante (Molinari baila, por ejemplo). Digo, no resisto la primera persona, la cuestiono siempre, la disfruto cada vez menos. Sólo la justifico en diarios o en registros más sostenidos, más virtuosos (La mujer rota, de S de Beauvoir.) Me parece, a diferencia de lo que en general se cree, mucho más artificial que la tercera. En general se la emparenta con la naturalidad, con la frescura. Siento que es todo lo contrario. Pobre Nacho: crudo y en primera.
4.- QUÉ ASPECTOS PRÁCTICOS Y CONCRETOS (enumerar) podrías enunciar en que este ejercicio te hizo entender el GÉNERO NOVELA ?
Tanto desde el pto. de vista TEÓRICO
1. La importancia de un argumento
2. Los tonos, los arcos de transformación
3. La importancia de la subjetividad
4. (Sí, dice enumerar pero yo explico) siempre sentí esa puja entre lenguaje elaborado, poético, trabajado, como un obstáculo para la acción. Creí que eran incompatibles. Con este ejercicio vi que si ninguna de las dos está por encima de la otra, queriendo sobresalir , digo: si los dos están en función de lo que se necesita contar, ahí sucede, ahí sale el sol.
pto de vista PRÁCTICO
(Práctico, si fuéramos prácticos no escribiríamos novelas, ja) A sacar, a cortar, me di cuenta que cometo errores cuando dejo algo en el texto sólo porque me gusta, sin pensar en la función que tiene en el texto. Estar (como autor) detrás del texto, y no delante. Esto tampoco quiere decir ser condescendiente con el lector, no venimos a hacerle la vida más fácil, sino a poner en primer lugar al texto, a la historia. Mi capítulo tenía prácticamente el doble de páginas. Eso de Mallarmé: sugerir el poema, no decirlo.
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Matías Nicolás SETTIMO
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