Marzo del 2013
Publicado en relatos el 31 de Marzo, 2013, 12:22
por MScalona

-
Abrí la puerta, un poquito más, vení , sentate, mirá, esa soy yo hace dos años, ¿viste que chiquita y húmeda es la casa de mi tía?, me estiro porque me duele la espalda de la mochila. Eso que suena es Lady Gaga y el que canta por fonética es Gilberto.... ¿Viste que se re entiende cuando hablan?; ¿no me digas que el ¨mamma¨ tano no tiene otra connotación?. No te asustes cuando ahora Fátima le grite: Ma Gilberto… ¿che cosa fai?; es un recurso de madre porque no quiere comer esos malditos fideos todos los días; sí, después va a ser peor en la parte de la inyección cotidiana.
A mí también me parece que ella no aguanta más, son muchas cosas, la expatriación, el vivir del estado, las clínicas, los tratamientos, el sufrimiento...
Mamma mamma mamma, y ella traduce como naturalizando la circunstancia: ¡todos los días con una idea nueva este chico!, hoy dice que quiere jugar al futbol cuando sea grande; ¿y que querés que le diga, le puedo decir a mi hijo que no?; ¿que él es el uno de esos 50.000 al que le diagnosticaron Aciduria Metilmalónica y, que tiene que agradecer que se salvo de la muerte cuando entró aquella vez en coma, y solo sus caderas resultaron severamente dañadas?; Noo, yo no le puedo decir algo que no se, quién sabe el día de mañana, si acaso la ciencia....
Viste, esa noche no pude dormir,¿ será porque dormimos los tres en la misma y única cama?, ¿ será porque la angustia me renqueaba el alma?. ¿Qué paso después?, al otro día seguí mi viaje por Europa, sintiéndome miserable escapando en euros del desamor… pensar que todavía me faltaba que me cuenten un final antes de leerlo, en ese otro escape, de ese otro alguien, que volvió a escribir su nombre en lo más recóndito de mis arterias…¿Que si estaba más flaca?... Claro, tenia 26.
-
I R I S
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en relatos el 29 de Marzo, 2013, 17:49
por MScalona

-
Rengo de día
-
Ahí se vienen, sí. Vengan nomás, Poli no los va a dejar pasar. A vos canayón que te hacés el Aldo Pedro para darle el gusto a tu viejo. Y al otro lateral que se hizo canaya para odiarlo más al viejo de Ñuls. Y a vos petiso que jugás de cinco, sos más chiquito que yo y más patadura. Si, que yo. Yo, el rengo de día, el enanito del barrio. Ahora sí, vengan nomás, que acá está en el arco el retacón, el chichón de piso. Pero lo que no saben es que no tengo dos piernas atrofiadas, mal crecidas, mal caminadas y dos brazos truncos. Tengo dos columnas de porlan, como las casas macizas que hace mi viejo, como la cara que hace mi vieja para mostrar que no sufre, que todo va a mejorar, que la cosa esta fiera ahora y después ya no, cuando me mira postrado en la cama, cuando mi hermano no llega a la mañana y mi hermana anda quien sabe dónde con algún "tipo", como les dice mi viejo. Tengo dos columnas de Titán, como los que me mostró la seño Marta en la escuela. Eso es lo que no saben, es que soy cuadrúpedo de patas, tengo dos patas-brazos más de madera, soy el Super- Poli, el Super-Poli-O, el dueño del arco. Estos pelotudos se piensan que me ventajean. El Tino que es más flaco que la mierda y se cansa enseguida, hasta la remera se tiene que sacar el arisco, porque no se banca ni que lo toque la tela. Un arisco y un entecado es. El Taco que se para a mirarse los pelos que le crecieron, no lo puede creer el boludo. Y el Picho que de allá atrás se agarra la cabeza, debe pensar pobre Poli, lo van a golear, no sean así con el rengo. Rengo de día y te cojo de noche, Picho. Vengan murga pedorra, vengan con la tortuga de bracitos cortos, acá los espero, acá con mis cuatro piernas… y ahí se vienen, no pasarán, no pasarán…
-
Luisina Bourband
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en relatos el 29 de Marzo, 2013, 17:34
por MScalona

-
EL JUEGO
-
Estoy tratando de hablar de la mujer que fui. Cuando siento esa opresión de nuevo o cuando llega esa hora peligrosa de la tarde: sé que debo cuidarme. La casa se vuelve una interrogación urgente. Los muebles sacuden su rigidez y todo –todo- habla de un tiempo que ya no existe.
Es entonces cuando lo tomo a Marcos del brazo y corremos afuera. Ahora lo entiende. O tal vez no pregunta tanto. Al principio me interrogaba con la mirada. Me alivia verlo ajeno a todo. Tirado en el césped. Despreocupado. Vivo.
Yo quiero ser dueña de mi memoria pero a veces el dolor se sobrepone, me retacea. Por eso la cámara y las miles de fotos que desperdigo por la casa: Marcos junto a tres amigos, con el uniforme del colegio, transpirados como si volvieran de ver a su equipo de fútbol. Marcos con sus abuelos paternos, un sábado con mate en el patio de casa y ese mantel rayado que un día manchamos con vino y nunca más usé. Marcos conmigo y con su papá, visitando a unos amigos en Rufino. Y la última, la más cruda, la primera de cuando comenzamos a ser dos: Marcos con sus muletas –restos visibles del accidente- viendo jugar a sus amigos en el potrero del barrio. Me parece verlos: agitados, felices –ajenos a esta puta vida que acecha- discutiendo detalles del partido como si en eso se les fuera la vida. Me parece escucharlos alentarse entre ellos, desafiar a los del otro equipo, pedir full referí aunque no hubiera habido referí y a los gritos.
Los veo claramente. Siguiendo el juego. Porque el juego sigue.
Rosario Spina
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en relatos el 29 de Marzo, 2013, 12:48
por MScalona

-
A mí no me gustaba jugar al fútbol y a mi primo sí, pero yo podía y mi primo, no. A veces, jugando al ahorcado, usaba su enfermedad para lucirme y ganar. Cuando preguntaban de dónde había sacado esa palabra, yo contaba que mi papá era médico y todos asentían como boludos y yo ponía cara de lucirme y de haber ganado. Tato se acordaba del nombre de mi primo, pero del mío no. Ellos vivieron juntos y yo con papá. Corría con el labrador y ellos me miraban desde la cocina. Después me iba al baño azul y hacía fuerzas para llorar. Tato preparaba el matecocido y a mi me tocaba la mesa. Mi primo hacía el pan con manteca, porque era fácil y podía estar sentado. A mi tío le importaba la plata, a papá no. Papá solo hablaba sobre la verdad y el silencio. O la verdad del silencio. De mamá no hablaba nunca. Viéndolos en el Ford se notaba que eran hermanos. Cuando yo me sentaba adelante también se notaba la sangre. Cuando mi tío y mi primo se bajaban en su casa, yo sabía que no los iba a ver hasta el próximo martes, en lo de Tato. Mi tía abría la puerta y saludaba con la mano. Es el único recuerdo que tengo de ella. A veces, cuando la vida me obliga a correr, me acuerdo de mi primo en el borde de la cancha. Y si tropiezo es como si me mordiese la lengua y la boca se me llenara de agua con sal. No sé caer sin sentir gusto a tierra, ni levantarme sin pensar en muletas. A los nueve años me encerraba a rezar, y a los catorce a pensar en mujeres. Papá dijo que la ruta estaba jodida y le podía pasar a cualquiera. Yo pensaba que si no lo mataba el camión, se moría a los dos años. Pensé en el sufrimiento que se ahorraron mis tíos y que quizás era mejor. Papá tardó un año en comprarse otro auto y nunca me lo prestó. Ahora que estoy solo me siento otra vez como un pobre pibe; y si la vida me sonríe demasiado o un perro me sigue por la calle, siento una picazón en la planta de los pies y una ciega necesidad impostergable de correr hasta la casa de Tato o encontrar un baño azul.
-
-
JEREMÍAS PUCHETA
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en relatos el 29 de Marzo, 2013, 12:44
por MScalona

Hay que poner a todos
-
¡Gorrrrdo, corré! O sacate la camiseta -gritó el técnico como un puñal en la espalda.
Corrí. Corrí. Corrrrí. Silencio. Oscuridad. Fractura expuesta de peroné. Halo negro. Alopecía. Haloperidol. A lo mejor. A lo lejos… con el tiempo…
Nos mudamos al centro 3 años más tarde. Al barrio no llegaba el transporte de la mutual. Antes de irme fui a la canchita. Otros chicos, había. Desmantelada y sin tribunas se la fueron comiendo los yuyos. Ya no estaba mi banco.
Mi vieja me sacó una foto, desde el auto, al grito de “Vamos Martín”
Puñal que no te mata… te ayuda a doblar la esquina. Eso lo supe después.
La foto cuelga de un chiringo en la playa y los chicos me preguntan, ¿por qué enseñás surf si a vos te gusta el fútbol? Sonrío con el torso desnudo y mi cicatriz atrás.
-
Laura Berizzo
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en Ensayo el 29 de Marzo, 2013, 12:32
por MScalona

-
Oradando lo real con Aradura *
-
Tengo frente a mí una foto denominada Aradura, la cual me resulta dolorosa porque encuentro en ella lo Real en su expresión infatigable. Veo ante mis ojos la imagen de un joven al que, al igual que la foto, llamaré Aradura porque ambos –foto y nombre-, expresan el punctum en cuestión, o sea el hecho de ser tal, de ser así, de ser esto, como dice Barthes “Una fotografía se encuentra siempre en el límite de este gesto: ¡Ta, Da, Sa! Es decir Esto.”
El semiólogo francés sabe que una foto no puede ser dicha filosóficamente, pero nada impide que sea expresada poéticamente y quien dice poesía dice también metonimia, nombres que remiten a otros nombres, significantes varios que remiten a otros tantos hasta tal vez engendrar sentido, si es que hay algún sentido posible para el dolor.
Veo entonces que Aradura tiene por delante un amplio y espectral espacio vacio que tendrá que oradar, aún cuando sus pies tiesos se soporten en pesadas muletas que le restan movilidad incluso a sus brazos y manos. En tan adversas condiciones: ¿Cómo surcar ciertas distancias? ¿Cómo ir allí donde sus piernas por si solas no lo llevan? ¿Podrá Aradura decirse a si mismo “Pies, para que los quiero si tengo alas para volar”?
La querida Frida supo plasmar sus tortuosos dolores corporales en texturas, líneas, imágenes, símbolos, sonidos y sentidos colores que nosotros a la distancia de su tiempo y su cuerpo doliente llamamos: Obra: pictórica, maestra, inigualable, única y singular.
Khalo, surca y cala hondo por su capacidad de plasmar en colores y también en bellos y poéticos sonidos que nos dicen como hace para -pintándose volar-, porque Frida tiene alas para volar y vuela… elevándose en cada pincelada hacia el mundo de la fantasía, donde la nada no tiene lugar porque en Fantasía la nada se convierte siempre en algo: algo a ser nombrado, a ser mirado, a ser dicho, a ser deseado, a ser creado o pintado. Fantasía es el País de las alas que saben nadar, es por ello que en el pórtico de Fantasía Frida también escribió: “intenté ahogar mis dolores, pero ellos aprendieron a nadar” porque sabido es que “solo se trata de vivir” y para eso lo único que se necesita es estar habitado por el deseo que impulse a Fantasía a Oradar lo real, para el bien de Aradura, Khalo o nosotros que ¡Ta, Da, Sa! –aún- estamos aquí.
Alejandra Mazzitelli.
* Aradura es el nombre de la foto.
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en De Otros. el 23 de Marzo, 2013, 15:49
por MScalona

-
Pájaro Azul
.
.
hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir pero soy duro con él, le digo quédate ahí dentro, no voy a permitir que nadie te vea.
hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir pero yo le echo whisky encima y me trago el humo de los cigarrillos, y las putas y los camareros y los dependientes de ultramarinos nunca se dan cuenta de que esté ahí dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir pero soy duro con él, le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres hacerme un lío? ¿es que quieres mis obras? ¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir a veces por la noche cuando todo el mundo duerme. le digo ya sé que estás ahí, no te pongas triste.
luego lo vuelvo a introducir, y él canta un poquito ahí dentro, no le he dejado morir del todo y dormimos juntos así con nuestro pacto secreto y es tan tierno como para hacer llorar a un hombre, pero yo no lloro, ¿lloras tú?
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en Nuestra Letra. el 23 de Marzo, 2013, 15:08
por MScalona
. 
Todo se construye y se destruye
tan rápidamente
que no puedo dejar de sonreir.
Charly García
-
-
Tuareg.
--- Hola, creo que estamos por lo mismo, dijo.
No reconocí la voz, creí que le hablaba a otra persona pero sólo estábamos
ella y yo en ese local del Paseo del siglo.
Me di vuelta y la vi, Pilar estaba ahí, eligiendo un regalo para Emilia.
---- Tanto tiempo, cómo estás?
---- Bien, bien, y vos? Tantos siglos eh?
---- Sí, mucho sin vernos. Decidiste qué vas a regalarle? Me ayudás a mi?
No soy muy bueno para estas cosas.
La chica que vendía ofrecía varias opciones llamativas y hablaba de las piedras
y no sé qué cosa de metales envejecidos.
---- Le llevo esta cadenita de plata, mirá lo que es el dije, una belleza.
Si, para regalo por favor.
Y vos, no sé… mirá la pulsera con piedras verdes, está mortal.
---- Sí, puede ser.
Cómo andás Pilar? Contame un poco. Por ahí tengo noticias tuyas por mi
hermana, tus hijos bien?
----- Con tu hermana nos hablamos muy de vez en cuando, te diría que para los
cumpleaños, nada más.
Mis hijos muy bien. Marito entró a la secundaria y Nadia pasó a 6to.
---- Los míos también muy grandes. Paula ya en la facultad.
---- Sí, sabía que al final se metió en Psicología.
---- Sí, le va muy bien. Está enganchada.
La empleada empezó a mirarnos con impaciencia.
---- Bueno, me llevo esta pulsera, sí, la verde, no no, la de al lado, esa.
---- Elegiste muy bien, le va a encantar.
Metí las manos en el bolsillo para sacar la tarjeta y recién ahí me di cuenta que
me temblaban las manos.
Pilar, mi primera novia, mi primera mujer. Nos casamos en el 83, dos años
juntos.
---- No te parece que fue ayer que la Emy se fue a vivir con nosotros? dijo.
---- Sí para regalo también, si puede ser el otro color de papel, mejor, gracias.
Te digo exactamente, se vino el día que cumplimos dos meses de casados.
La trajo mi hermana, te acordás?
----Envuelta en una pañoleta rosa, cómo olvidar eso.
----Un año entero con la nena, vos 20 y yo 22, qué pendejos y qué
responsabilidad, la puta…
---- Lo que me acuerdo es cuando todo pasó y se la llevaron de vuelta.
Pagamos las compras, nos fuimos caminando.
Cuando Emilia volvió a la casa de sus padres, después de la muerte de Pedro,
el hijo mayor de mi hermana, Pilar se volvió loca. Yo tuve siempre claro, que
era mi sobrina, que mi hermana y mi cuñado estaban desvastados por el
tratamiento de Pedro, 3 años tenía el nene, y nada bastó para salvarlo. Vivió un
año y murió en un sanatorio de Buenos Aires.
Yo quería tener hijos con Pilar. Yo me había casado para siempre, éramos
militantes de base de la Iglesia, creíamos que el amor era eso. Elegir una vez
y después ser consecuentes con eso.
Ella no quiso tener hijos conmigo. Emilia era suya y se la habían quitado, ella
entendía pero adentro le pasaba otra cosa. Empezó a odiar a mi hermana con
disimulo, igual se le notaba, y conmigo se congeló. No pudimos. Estuvimos
bien mientras Emy estuvo con nosotros.
Llegamos a la esquina de España y Córdoba.
-----Nos vemos esta noche en lo de tu hermana, dijo.
-----Si, dale. Emilia arquitecta, increíble.
---- Cuando me llamó por teléfono para invitarme al festejo no le conocí la voz,
dijo.
Nos despedimos como si hubiéramos estado hablando de una película..
-
Andrea
|
Comentarios (1) |
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en Nuestra Letra. el 23 de Marzo, 2013, 15:01
por MScalona
.
-
¾No sé qué ponerme… Es un cumpleaños, pero es en un geriátrico… Y no sé, no quiero quedar desubicada…
¾¿En un geriátrico?
¾¿No te hablé nunca de Periqueta?
¾No, ponete cualquier cosa, si es un geriátrico, da lo mismo lo que te pongas…
¾La Periqueta es amiga de mi mamá, mi mámá le cosía y se hicieron amigas. Es, como decirte, la Periqueta es algo así como la Mirtha Legrand de las putas. Te hablo del tiempo de antes, ahora está muy desmejorada, pero se conserva bastante bien.
¾No entiendo nada, Macarena…
¾Ay Baby, cambiá esa cara…
¾Sabés qué pasa, estoy harta de que no me escuchés y que siempre hablemos de vos. Harta. Una vez que me pasa algo a mí, igual, te tengo que escuchar a vos.
¾Bueno, baby, te escucho, pero espero que seas breve, así hablamos todos.
¾¿Todos quienes, nena?
¾Vos y yo, baby, ¿quién más? Digo, para que la cosa no se torne densa…
¾Ves que lo único que querés es hablar vos… Bueno, dale, te escucho… Si querés hablar vos, te escucho, dale, hablá que te escucho si no me queda otra, te escucho.
¾Me hiciste acordar a la novela de ayer, Lucerito está en la cocina y como ve que Marimar se está enamorando, pero mal, de Luis Fernando, entonces le dice: resignate, cariño, siempre seremos mucamas. Y Thalía, que es una inmadura mal, porque está pelotuda de tanto amor que siente, no la entiende y se enoja con Lucerito y sale corriendo.
¾¿Qué me querés decir, boluda?
¾Dejá, Baby, no me gusta tener que andar explicando todo…
¾No, no, pará, voy a hablar yo por vos, para que veas lo que tengo que escuchar… Dejame adivinar: soñaste con Mauricio, llamaste a Mauricio, te cruzaste con alguien que lo vio, o no sé, te lo tatuaste en la espalda…
¾Ay Baby, te escucho muy rara, como que una te escucha y piensa qué mierda le pasó a esta mina en la vida para que actúe así. Así de… No sé, así de resentida, de mala. No sé, ¿hay algo que me quieras contar, Baby?, porque desde que llegaste que estas como queriendo llamar la atención…
¾Es que me molesta que no me escuchés…
¾Es que algo te debe pasar, algo que no sé, no podés decir, es muy feo esto que te pasa…
¾Hablo yo y pasa un tren…
¾Algo que no te animás a decir, o que no podés poner en palabras, no sé, si no hablás, no te puedo ayudar…
¾¿Ves que ni siquiera ahora me escuchás, Macarena?
¾Baby, basta. Estaba hablando yo, pero bueno, me preocupa verte así, así que si lo hacés cortito, te escucho….
¾Volvió Damián.
¾¿Tu hermano?
¾No, Damián, mi cuñado… Te acordás que él y yo…
¾¿Y por qué no me contaste?
¾Te quise contar ayer, pero vos que no parás de hablar…
¾Baby, no podés vivir guardándote las cosas… Te va a hacer mal. Yo tenía una amiga que era como vos, y se guardaba las cosas, se las guardaba, se guardaba todo. Hasta que un día, ella había quedado embarazada y renunció acá por eso, la hicieron renunciar, y bruta como era no la indemnizaron ni nada, y resulta que un día, ella se guardaba, se guardaba todo así como vos y bueno…
¾¿qué le pasó?
¾Ah, bueno, baby, no; es que no te quería interrumpir.
¾Ya me interrumpiste, pero ahora contame…Estaba embarazada y qué…
¾Nada, tuvo el bebé, se casó, y ahora no mueve un dedo. Todo el día mirando televisión.
¾¿Eso? ¿Nada más?
¾Eso, sí, ¿qué esperabas? La gente no tiene vidas tan complicadas como la tuya, baby, hay gente que no se hace tanto problema. ¿Qué esperabas una novela de Thalía?
¾No, pero como decías que ella se guardaba todo, pensé que…
¾No, Baby, hay gente que quiere estar tranquila, ¿o vos pensás que todo el mundo es como vos? ¡La gente no anda por ahí acostándose con su cuñado!
¾¡Shhh, que te van a escuchar¡ ¡Macarena, se más discreta!
¾Una pregunta, y ahora te dejo hablar, pero es algo que siempre me intrigó: ¿a tu hermano, no le da impresión?
¾Mi hermano no sabe, no sabe nadie en mi familia.
¾No, no digo eso de que tu cuñado se acueste con vos…
¾Shhhhhh.
¾Digo eso de que él y el novio se llamen igual.
¾¿Por qué le va a dar impresión, qué decís, nena?
¾Nada una estupidez, a mí me da impresión que sean dos hombres, y encima con el mismo nombre… Me llaman de la recepción, Baby, me alegra verte bien, y por lo de los dos Damian no te preocupes. Las familias son así, y a su manera ustedes son una familia muy unida. Eso es lo importante: la unión. Bueno, baby, al final no te pude contar nada, ¿te conté que a la Periqueta le compré una juguera?…Bueno, después paso y te cuento. ¡Ay Dios, qué me pongo! Vos pensá, baby, si se te ocurre algo que me pueda poner decime, me tenés que ayudar, no me podés dejar sola en esta.
-
Matías N.
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en Nuestra Letra. el 22 de Marzo, 2013, 0:37
por MScalona

.
Chocolatada
-
cachorrito, esta es la mejor foto que saqué. sin tu mirada no hay estas fotos, por mucho que quiera. jamás volviste a mirarme así. volvé a mirarme así. esa silla blanca, la pared azul, esa pollera gris y las piernas abiertas. la bombachita disimulada detrás de tus brazos, con las palmas apoyadas adelante, bien al filo de la silla, entre esas patas de pollo, como nos gusta decir. 11:45 cachorrito, tendrías que estar acá. no me hagás enojar. ahí al borde tus manos sostienen esos huesos pequeños escondidos en esa vuelta de piel que tenés, dos puntos en la remera marcan el lugar de las tetas que ya van a venir, pero yo las prefiero así. vos solita dejaste caer la tira de la remera por encima del hombro. todo tapado por tu pelo rubio y tu lengua afuera porque te lo pedí y esa mirada que no me volviste a hacer. no estoy equivocado. es la foto que más vendió, y si querés la chocolatada, te va a ser mejor volver a mirarme así. cachorrito, tendrías que estar acá, va a llegar Celina y se nos va a hacer tarde, a vos, para tomar la chocolatada. si doy la última chupada a la cerveza y al cigarro y no llegaste, vas a ver. y esta otra puta de Nilda de Siemienczuk ¿qué quiere hoy? carne al horno mechada con panceta. pensar que esta vieja también fue joven, pero solo un retorcido podría haberle sacado fotos a una vieja así, quién sabe, quizás ya nació así. si yo fuera el sr. Siemienczuk (si existe un sr. Siemienczuk) le prohibiría mi apellido, guardaría mi dignidad, o trataría de pasarme por muerto, a lo mejor lo hace, no conozco a nadie que conozca al sr. Siemienczuk. igual sobran tarados, hay por todas partes, sobre todo en la televisión.
–200 grs. de panceta, seis papas, un chorrito de aceite.
–ajjj.
–y en otra fuente tenemos preparadas las papas.
–puta.
RING RING.
–se te hizo tarde.
–hola tío. mi mamá.
–¿qué te dijo?
–nada, me preguntaba por qué salía tan temprano.
–apoyá la bici ahí, ¿qué le dijiste?
–nada, que estos días Celina tenía que ir a la escuela un rato antes y que nos llevabas a las dos.
tu mamá debe sospechar algo. la otra tarde cuando volví de llevarlas se me presentó, a los golpes, en mi casa y la muy puta me despertó.
–vengo a decirle que tenga cuidado –me dijo.
–¿con qué?
–no se haga el idiota, trátela bien, y deme cincuenta pesos que más adelante se los devuelvo.
–no tengo.
–no se haga el idiota que llamo a la policía. cincuenta pesos –busqué a ver lo que tenía, no se iba a salir con la suya, no todavía, la dejé esperando un buen rato afuera, pero la muy puta seguía ahí.
–tengo este billete de veinte y cinco más. es la plata que estaba por llevar al almacén, me quedé sin cervezas –mentí, pero dos cervezas es lo mismo que no tener–. quédeselos. la semana que viene le doy el resto.
–tenga cuidado. y báñese.
y dice que te quiere. yo te quiero. esa qué te va a querer. ya le voy a hacer el favor y le voy a dar algo para que chupe. me tiene ganas y está celosa como toda madre. no es mi tipo pero una chupada no se le niega a nadie. ya va a ver.
–tendrías que venir a vivir conmigo.
–¿qué tío?
–nada. andá al cuarto que está todo listo. pongo a calentar la leche. ¿tostadas o medialunas?
–medialunas. ¿y Celina?
–ya va a llegar. por eso: andá.
–a horno fuerte unos treinta minutos, lo sacamos, lo damos vuelta y lo dejamos veinte minutos más.
–puta.
–mientras, en la otra bandeja, rociamos las papas con el aceite, una pizca de sal y ponemos todo a dorar en la parrilla del horno.
–puta.
–cachorrito, ¿ves esta foto? así quiero que te pongas. pero agarrá el peluche. ¿qué mirás? ¿te molesta la mancha de la remera? me la saco.
–no me molesta, ¿y Celina?
–shhh, ya va a llegar, así, dale FLASH
–tío, hoy con los deditos no, por favor, raspa.
–shhh, hoy no, tranquila FLASH, así, FLASH FLASH FLASH.
–ya va estar la chocolatada.
–shhh FLASH, una más, FLASH, mirame, acá, sacá la lengua, FLASH.
–una vez que esté dorada, pasamos el pincel con aceite, dejamos unos minutos más…
–acá mirá cachorrito FLASH, dale, así, FLASH, perra, así, FLASH, tocate, jugá, FLASH.
–ring.
–Celina.
–que espere FLASH
–ring RING
–FLASH FLASH ¡YA VAAAA!
–RING RING RING.
–¿¡no puede parar de tocar!? POR EL AMOR DE DIOS salió a la puta de la madre.
–se va a hacer tarde.
–FLASH, dale, FLASH, una más FLASH. ya está, acomodate y andá a tomar la leche que se hace tarde.
–RING RING
–DALE Celina, pasá, ¿no podés esperar?
–vamos a llegar tarde. ¿qué hace Eugenia acá?
–llegó antes, esperala que todavía no terminó la chocolatada.
–hola Euge.
–...
–Eugenia: HOLA.
–…hola.
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en relatos el 20 de Marzo, 2013, 1:12
por MScalona

-
-
—Juan iba al taller. Nunca leía nada porque nunca escribía nada.
—Pero hay que ser justo. Los demás lo escuchábamos.
—¿Qué escuchaban?
—Lo que contaba. Para él la poesía estaba en otra parte. Él contaba anécdotas,
experiencias. ¿Se entiende?
—Sí, claro. Creo…
—Es verdad. Todos los escuchábamos. Muchas veces algunos después escribíamos lo que
nos contaba.
—Lo que él no escribía.
—Aunque al momento de presentarse él se decía poeta.
—Es verdad y lo era. Para mí lo era. ¿Qué querés que te diga?
—Está bien son opiniones.
—La poesía no tiene nada que ver con la poesía, con esa cosa chiquita, solemne y
apretada decía, me acuerdo.
—¿Cómo fue la primera vez que apareció? ¿Se acuerdan?
—Sí, claro. Estábamos hablando de la diferencia de los géneros.
—Sí, me acuerdo. Dijo algo como que una novela es un universo que se expande, en
cambio él creía que la poesía se trata del universo antes de estallar. Un pequeño punto
que intenta concentrarlo todo.
—Después dijo que él solamente quería un jardín.
—¿Un jardín?
—Sí, yo le dije que estaba bien aunque no entendía qué quería decir. Que la poesía
construye jardines o alguna estupidez así le dije.
—Y Pablo dijo que la mejor poesía se encarga de destruirlos, me acuerdo.
—¿Y él que dijo?
—Que estaba bien, que todo era verdad pero que él quería un jardín, un lugar verde en el
mundo donde sentarse con algunas plantitas alrededor.
—Y si se podía un árbol.
—Maidana lo paró de seco. ¿Vos entendés que acá hablamos de literatura? Le preguntó algo enojado, o desconcertado quizás.
—¿Y qué dijo?
—Que sí que claro que lo entendía. Que él leía mucha literatura, sobre todo poesía,
mientras cocino por ejemplo lo hago, dijo.
—Me acuerdo, yo escribí ese poema después. Contó que tenía un libro en la mano,
debería acordarme cuál pero la verdad es que no me acuerdo. Quizás haya sido Palabras
de Prévert o las Elegía de Diuno de Rilke… sí, creo que era este último. La cuestión es que
lo estaba leyendo mientras intentaba cocinarse algo. Con una mano sostenía el libro, con
el dedo índice intentaba no perder la página por la que iba. Con la otra quería abrir una
bolsa de lentejas.
—¿Y qué tiene que ver esto con la poesía?
—Lo mismo le preguntó Maidana. La poesía es un acto dijo Juan.
—Eso lo dijo Marinetti.
—Y Juan lo repitió.
—La cuestión está en que se le hizo mierda la bolsa, se le cayeron todas las lentejas al
piso. Dejó el libro sobre la mesa y barrió las lentejas al patio.
—El rincón más desatendido de su casa sin contarlo a él mismo, nos confesó.
—Se fue a dormir sin comer. Contó que le costó dormirse porque hacía un tiempo la
canilla del patio perdía una gota que se iba haciendo, según él, cada vez más ruidosa.
—¿Y después? ¿Qué pasó después?
—Nada, por unos días no pasó nada o no nos lo contó o lo que pasó realmente no
importa. No sé cuánto tiempo habrá pasado hasta que se dio cuenta que las lentejas
desparramadas por el patio habían germinado con ayuda de la canilla que goteaba.
—Estaba contento el hijo de puta, tenía su jardín. Un montón de lentejas mugrientas con
tallos de hasta cinco centímetros según él.
—Todos nos quedamos callado esperando que diga algo más.
—¿Y dijo algo más?
—Sí, dijo: eso es la poesía.
—Después pidió permiso para ir al baño, se levantó y se fue.
—Volvió al rato. No dijo más nada.
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en La vi y me gustó el 20 de Marzo, 2013, 0:43
por MScalona
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en Sugerencias. el 19 de Marzo, 2013, 20:48
por MScalona
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en Nuestra Letra. el 10 de Marzo, 2013, 10:18
por MScalona

LO QUE FALTA
Gabi Gervasoni
Jueves
Dio muchas vueltas hasta que por fin salió. Tenía que agradecerle a Rudy correr a los pibes que le robaron a su hijo y evitar que lo molieran a palos. De corazón, Rudy, gracias, la verdad es que se puso pesado el barrio. Hubiera querido llevarle un vino de regalo, pero no estaba seguro de cuánta plata le quedaba. Hacía más de una semana que no retiraba ni un peso del cajero, se había manejado con lo que tenía en la billetera. Se dio cuenta que Daniela tampoco le había pedido plata.
En la charla con Rudy, que parecía quererlo o respetarlo al menos, casi le confiesa lo del despido. Lo pensó varias veces, sobre todo cuando Rudy le dijo que desde hacía un par de meses el trabajo en el taller había bajado mucho y él estaba preocupado por pagar el crédito del auto. Aunque no lo sabe, aunque no lo saca a la luz, Fabián sólo se encuentra con el otro en la desgracia, se convierten en pares cuando sufren como él. No logra otra empatía más que esa. Su madre es así, su padre es así; también Daniela se convirtió a esa religión que goza y comparte en el dolor. No te digo que me voy a morir de hambre pero… pica, ¿viste?; uno se pregunta, ¿hasta cuánto va a dar esto?, si siguen haciendo autos que no les tenés que levantar el capot para que anden, ¿yo de qué voy a vivir? Pero bueno, hay que darle para adelante, siempre para adelante, hay que hacer, hay que morirse haciendo, ¿no?, Fabi. Si no fuera por los celos, Fabián y Rudy podían haber sido amigos en las malas.
Cuando se fue, Rudy se lavaba las manos para ir hasta la farmacia. Iban para lugares diferentes, así que Fabián preservó su caminata solitaria. Antes de ir al banco pasó por la plaza. El chico de los auriculares limpiaba con un trapo un caballito que había sido verde.
-Le falta una pintadita, pibe, ¿no?
El muchacho contestó con un ¿cómo?, recién cuando Fabián, parado detrás del tejido se golpeó la oreja derecha con el dedo índice obligándolo a sacarse un auricular.
-Que le falta una pintadita, loco. ¿Querés que le demos una pintadita?
-¿Gratis?
-Si, gratis, traigo la pintura y pintamos los dos.
-Bueno, espere que le pregunto al dueño.
-Ah, vos no sos el dueño.
-Nooo, es un viejo… un señor grande que vive allá –señalaba un chalecito de tejas rojas que estaba perpendicular a la calesita.
Mientras el chico –que dijo llamarse Ignacio- iba a paso lento a tocar el timbre del dueño de la calesita, Fabián se prendió un cigarrillo. Lo fumó despacio, mirando las aureolas que por instantes flotaron delante de él.
-Que si, que si es gratis sí y me dijo que le puede regalar algunas vueltas gratis, si usted tiene hijos… o nietos.
-Eh, ¿tan viejo parezco? ¡Mirá si voy a tener un nieto!, recién tengo 41 –sonrió pero en el fondo se sintió muy mal. -¿Vos cuántos años tenés?
-Si, si, yo le dije ‘nietos no debe tener, es un señor grande pero no es viejo’. Yo tengo 15 Don.
Acordaron encontrarse ahí la mañana siguiente, Ignacio prometió tener algo fresco para tomar. El otoño ya mordía las hojas de los plátanos pero el calor no cedía…
-
Frag. novela inédita.
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en Nuestra Letra. el 9 de Marzo, 2013, 12:22
por MScalona
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en De Otros. el 6 de Marzo, 2013, 22:11
por MScalona

-
El que dice por la boca
-
Uno
El que dice por la boca
Días sin nombre
Horizontes que admiten sólo un árbol
Rota fotografía de una muchacha muerta
Maniquíes abandonados en criptas románticas
Templarios que leen junto al fuego
La primera Epístola a los Corintios
Y se agitan dentro de sus armaduras
No sabiendo qué hacer con su sexo
Imágenes reflexiones que me vienen
A la hora en que el sol la cresta dora
De este caimán barbudo
Un ojo se me cae y rueda
Hasta la pagina tres cuarta columna
De Le Monde del 15 de enero de 1964
A medias cubierta por la mano izquierda de mi madre
Bueno me digo no lo tomes así
Son fechas aciagas momias alucinadas
Lemures que devoran un relato inconcluso
Lo mejor me digo es el silencio exacto
En el momento exacto
Basta de charla
Al diablo con el análisis grafológico
De Isidore Ducasse hecho por Pierre Ménard
Que nunca estuvo en Montevideo
Y a quien Paysandú y Tacuarembó
Le sonaban como títulos de Flaubert
A la mierda con el fémur de un esenio
Hallado en Jericó cuando debería estar flotando
En el Mar Muerto como todos nosotros
Dónde esta me preguntó
La novela de la toma del poder
Dónde la hemos dejado
Quiénes la terminarán de escribir
Y sobre todo para qué
Calmémonos me digo
Piensa en las galaxias
A las que nunca llegarán tus herederos
Estrellas como orgasmos
Amor de los veinte años
Muerte absoluta
Obsesiones que digo por la boca
Dos
El que dice por la boca
Se obstina en días sin nombre
Enciclopedia de recuerdos de infancia
Memorias de un niño de tres años
Rescate de una mano un olor y otros nombres
Emociones enormes que a nada condujeron
Ofrendas clandestinas
Profanaciones públicas y privadas
Rabia de amuletos rencorosos
Museo de objetos perdidos
Sacrificios que la mirada
Ha visto amanecer
Hasta que hoy
Rigurosamente
Impúdicamente lloro por los años perdidos
Y me pregunto qué hago yo
A solas con mi nombre
Perdido en esta galaxia
Entre parejas que se aman desganadamente
Tres
El que dice mierda por la boca
Dice revoluciones por la boca
Dice el sonido y la furia
Dice el sonido de la furia
Que nos deja sordos
Dice adiós dice te quiero
Dice nadie quiere morirse
Por la boca que un día
Una mano amorosa me cerrará.
-
-
--------- Para Aguirre, Bayley y Vanasco.
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en De Otros. el 2 de Marzo, 2013, 14:41
por MScalona

-
MARGUERITE YOURCENAR:
"Me atreveré a decirle que no pienso tanto en la vejez. Nunca creí que la edad fuera un criterio. No me sentía particularmente joven hace cincuenta años (cuando tenía veinte, me gustaba mucho la compañía de gente mayor), y no me siento vieja hoy. Mi edad cambia y siempre ha cambiado de hora en hora. En los momentos de cansancio tengo diez siglos.; en los momentos de trabajo, cuarenta años; en el jardín, con el perro, tengo la impresión de tener cuatro años." De una carta a Jeanne Carayon.
|
Comentar |
Referencias (0)
Publicado en Sugerencias. el 1 de Marzo, 2013, 12:27
por MScalona

-
CINE en el TALLER
-
Aproximación al ámbito, compañeros y la actividad:
-
MIÉRCOLES, los dos 1º año 2013
JUEVES, 2º y 3º
-
El afiche de Wendy y Lucy es una posibilidad para ver
el JUEVES... no se adelanten también tengo otra posibilidad...
hummmm... con 1º veremos otra cosa... Marce
|
Comentar |
Referencias (0)
|
|
|