"Es necesario que se pregunte para que yo siga vivo, por que yo soy tan sólo su memoria". HAROLDO CONTI. Los caminos, homenaje.




Ser Barthesianos - SARLO

Publicado en Ensayo el 13 de Mayo, 2012, 20:48 por MScalona

El hombre que hacía música con las ideas

-SER BARTHESIANOS.-

por Beatriz Sarlo

-

-

 En 1958, Barthes inició un estudio sobre la moda. Todavía no había escrito una tesis de doctorado porque había pasado de un tema a otro sin alcanzar ese género fatal de la disertación académica. Entonces se le ocurrió que Lévi-Strauss fuera su director de tesis. Naturalmente, fue rechazado, pero recibió la indicación de que se ocupara sólo de la moda escrita, consejo que Barthes siguió al pie de la letra. André Martinet también recibió la visita de Barthes por la cuestión de la tesis. En el curso de un almuerzo, Barthes lo convenció a Martinet (entonces una estrella de la lingüística) y éste aceptó. Pero el tema de tesis nunca llegó a registrarse en la Sorbona y Barthes prefirió escribir un libro, su libro más pesadamente semiológico, El sistema de la moda. Después ya no volvió a insistir con la fantasía de aprobar un doctorado. Eso le faltó para siempre.
Cuando lo rechazó, Lévi-Strauss no equivocaba el motivo: para él, Barthes era "demasiado literario". Pasó casi medio siglo desde entonces y Barthes siguió siendo "demasiado literario", es decir un escritor que tomaba sus argumentos de la literatura o los convertía a la literatura, pasándolos por su albedrío o su capricho. El sistema Barthes es arborescente pero nunca enciclopédico, construido por elecciones estratégicas en el cuerpo de la lengua francesa y otros pocos territorios, la poesía del haiku y el mismo Japón, el Werther de Goethe o los ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola.
De la literatura, su obra recibió el poder de encantamiento. Barthes vuelve barthesianos a sus lectores, del mismo modo en que Proust los hace proustianos. No es una cuestión de gusto, ni siquiera es una cuestión de ideas, ni de estilo. Se trata, más bien, del descubrimiento de una sensibilidad y de sus reflejos, dónde pone los acentos, cuáles son los detalles que le importan. Los que seguimos leyendo a Barthes somos barthesianos de por vida. Se trata, sencillamente, de una conversión.                                          

  
Autores
María Paula Cerdán, Francisco Kuba, Verónica Laurino, Marcelo Scalona, Caro Musa, Claudia Malkovic, Silvina Potenza, Marcela González García, Soledad Plasenzotti, Natalia Massei, Mónica M. González, Ariel Zappa, Cintia Sartorio, Cecilia Mohni, Silvia Estévez, Julia M. Sánchez, Matías Settimo, Marisol Baltare, Maximiliano Rendo, Matías Magliano, Andrea Parnisari, Roberto Sánchez, Alina Taborda, Nicolás Foppiani, Mayra Medina, Alfredo Cherara, María B. Irusta, Ale Rodenas, Laura Rossi, Germán Caporalini, Rosana Guardala Durán, Rosario Spina, Sergio Goldberg, Luisina Bourband, Alejandra Mazitelli, Tomás Doblas, Laura Berizzo, Florencia Manasseri, Beti Toni, Nahuel Conforti, Gabriela Ovando, Diana Sanguineti, Joaquín Yañez, Joaquín Pérez, Alvaro Botta, Verónica Huck, Florencia Portella, Valeria Gianfelici, Sofía Baravalle, Rubén Leva, Marcelo Castaños, Luis Astorga, Juan Pedro Rodenas, Esteban Landucci, Dora Suárez, Laura Cossovich, Alida Konekamp, Diego Magdalena, Franco Trivisonno, Gerardo Ortega, Roberto Elías, Facundo Martínez, Ariel Navetta, Graciela Gandini, Jimena Cardozo, Soledad Cerqueira, Juan Gentiletti, Sebastián Avaca, Emi Pérez, Adriana Bruniar, Mariano Boni, Flor Said, Elina Carnevali, Roxana Chacra, Lorena Udler, Nora Zacarías.-