"Es necesario que se pregunte para que yo siga vivo, por que yo soy tan sólo su memoria". HAROLDO CONTI. Los caminos, homenaje.




PABLO CASTRO

Publicado en Parodias el 9 de Diciembre, 2010, 13:15 por MScalona

Yo no soy Bukowski

     Llegaba a casa alrededor de las 5 de la mañana, sábado más precisamente. En el palier del edificio me encuentro con una vecina jovencita del barrio, compañera del secundario de la del 8 "A". Con las nuevas medidas de seguridad se nos recomendaba cerrar con llave las 24 horas, ella estaba esperando que alguien llegue para poder salir. Estaba sentada en el cantero con el ficus disciplinado, frente al espejo. Por lo cansada que se la veía y adormilada, se podría sospechar que hacía rato esperaba que llegue algún vecino para irse.

-         Ay gracias, me quedé encerrada del lado de adentro, ja ja. Me dijo cuando le abrí la puerta.

-         Todo bien, andá tranquila. Le dije mientras se levantaba y se disponía a salir.

-         Yo a usted lo conozco, ¿Usted no escribe?

-         Si, escribo, pero lo más probable es que me conozcas de acá, en el quinto vivo yo.

-         No, me parece que lo escuché leer una vez en La Chamuyera, un texto erótico, de una vieja que iba al Dixon o algo así.

-         Ah, si; leí ahí ese texto, Vida Nueva se llama

-         Pensé que se llamaba distinto

-         Puede ser, también lo subtitulé como Memorias de una vieja indecente, para parodiar a Bukowski ¿Lo tenés a Bukowski?

-         ¡Si! Me encanta Bukowski. Usted escribe parecido

-         Bueno, ojalá, en ese cuento como que parodiaba un poco la escritura de él, poniéndome en el lugar de una mujer, como si Bukowski fuera una vieja.

-         Ah, claro

-         Bueno, nos estamos viendo, es tarde me voy al sobre.

-         Espere, espere; ¿Qué apuro tiene? Me gustaría que me cuente un poco como es eso de escribir, porque a mi me encantaría escribir, con todas las cosas que me han pasado, si algún día me pongo a escribir no termino más. (La gente supone que escribir tiene que ver con las cosas que le pasan a uno, desmerecen, sin querer,  la percepción del artista)

-         Bueno querida, pero es tarde, otro día podemos charlar.

-         Dele don, un ratito.

     Llamé al ascensor, la hice pasar y por supuesto en mi cabeza los ratones empezaron a organizar un malambo, la pendeja estaba más buena que comer el pollo con la mano, y aunque no lo estuviera…era pendeja. Pasá querida. ¡Uh cuántos libros! ¿Tiene muchos de Bukowski? Si, abajo a la izquierda están. La chica se puso en cuclillas, yo la miré dos segundos y enseguida la estaba abrazando desde atrás, apretujándole las tetas y haciéndole sentir mi erección.

-         ¡Oh Hank, oh Hank! Me dijo torciendo el cuello hacia la derecha al tiempo que yo le mordisqueaba la nuca

-         Ma qué Hank, pendeja, vení date vuelta.

-         ¡Oh Henry, Henry, hazme sentir la polla!

-         Tomá, sentila; pero no me hablés así, me desconcentrás.

-         Es que así dialogan en los libros de Bukowski, y a mí me re calienta.

-         Pero no nena, no dialogan así, son las malas traducciones españolas, dale dale, sacáte todo.

-         ¡Si, si; espera, tócame el coño!

-         Pero sí, te toco el coño, el conejo, la cuevita, como quieras llamarla; pendeja, qué buena que estás.

-         ¿Me lo harás, me lo harás viejo indecente?

-         Claro que sí, pero calláte un poco, por favor

-         ¡Oh, muéstrame el rabo, muéstramelo y te lo menearé!

Me bajé la bragueta y le empujé la cabeza hacia abajo, no la quería escuchar más. La pendeja empezó a chupar como una profesional. Me encantó, no sé si me gustó más lo bien que la chupaba o que no tenía que escucharla hablar en ese gallego fingido. Cómo cambian los tiempos, pensé mientras la niña trabajaba con labios y manos en mi miembro; en mis épocas jamás una pendeja te iba a realizar semejante fellatio.

-         ¡Oh, Chinasky; ahora húndeme ese gran rabo dentro mío!

-         No soy Chinasky, pendeja, date vuelta.

La pendeja se apoyó contra la mesa, se la metí rápido porque temía que si la escuchaba hablar una vez más en gallego se me bajara.

-         ¡Sí, así; Charles, fóllame fuerte! Ella se puso en puntitas de pié y yo le entré a dar con todo

-         Por favor, no te corras dentro mío

-         No, quedáte tranquila. Le di cuatro o cinco embestidas y la acabé adentro. Ella se dio vuelta, me pegó una cachetada, se vistió rápido y salió dando un portazo.

                     Y bueno, yo no soy Bukowski.

                                                                  Pablo Castro

  
Autores
María Paula Cerdán, Francisco Kuba, Verónica Laurino, Marcelo Scalona, Caro Musa, Claudia Malkovic, Silvina Potenza, Marcela González García, Soledad Plasenzotti, Natalia Massei, Mónica M. González, Ariel Zappa, Cintia Sartorio, Cecilia Mohni, Silvia Estévez, Julia M. Sánchez, Matías Settimo, Marisol Baltare, Maximiliano Rendo, Matías Magliano, Andrea Parnisari, Roberto Sánchez, Alina Taborda, Nicolás Foppiani, Mayra Medina, Alfredo Cherara, María B. Irusta, Ale Rodenas, Laura Rossi, Germán Caporalini, Rosana Guardala Durán, Rosario Spina, Sergio Goldberg, Luisina Bourband, Alejandra Mazitelli, Tomás Doblas, Laura Berizzo, Florencia Manasseri, Beti Toni, Nahuel Conforti, Gabriela Ovando, Diana Sanguineti, Joaquín Yañez, Joaquín Pérez, Alvaro Botta, Verónica Huck, Florencia Portella, Valeria Gianfelici, Sofía Baravalle, Rubén Leva, Marcelo Castaños, Luis Astorga, Juan Pedro Rodenas, Esteban Landucci, Dora Suárez, Laura Cossovich, Alida Konekamp, Diego Magdalena, Franco Trivisonno, Gerardo Ortega, Roberto Elías, Facundo Martínez, Ariel Navetta, Graciela Gandini, Jimena Cardozo, Soledad Cerqueira, Juan Gentiletti, Sebastián Avaca, Emi Pérez, Adriana Bruniar, Mariano Boni, Flor Said, Elina Carnevali, Roxana Chacra, Lorena Udler, Nora Zacarías.-