Agosto del 2010
Publicado en De Otros. el 31 de Agosto, 2010, 18:38
por MScalona

Bs. As. 1965
Oda
¿Quién consigue expresar sus emociones
en una simple conversación?
¿Qué preguntas hacemos
para que nadie nos responda?
Lo cierto es que el taxista
equivocó el camino. Y es tarde.
Por eso pienso en el mirador,
el banco apoyado contra las rejas
desde donde vi pasar,
infinidad de veces,
al tren del Oeste.
De noche, la luna se refleja
en las vías y las luces de señalización
parecen brasas de cigarrillo.
No viene el tren del Oeste.
No vibran las paredes de la casa
donde vivimos el eterno retorno
de los ciclos del amor.
(Qué estarás haciendo a esta hora,
andina y dulce Rita
de junco y capulí.
Mientras me asfixia el cansancio
y los tranquilizantes flotan
como flojo cognac
dentro de mí).
El hombre de campo mira pasar el río.
El hombre de ciudad mira pasar el tren.
Ambos reflexionan sobre el pequeño mecanismo
de los acontecimientos.
Pero yo no…
Yo estoy cansado de este mundo nuevo.
A veces, en la noche,
el ruido metalúrgico
de los talleres literarios
no me deja dormir.
Para tranquilizarme, me digo:
"Soy mi padre y mi hermano,
nací de pie, al final de la última era nupcial;
contemporáneo del Gran Jugador".
Pero tus preguntas vuelven
una y otra vez:
¿Nuestro amor llegó a ser tan necesario
como el agujero de una olla?
¿No debimos aislarlo de la paideia berreta
que crece en los gimnasios?
Fue como salir de la pieza apagando la luz.
Mientras en un rincón se acumulaban
los programas y los tickets
de todos los lugares donde fuimos.
Vibra la tierra. Pasa el tren del Oeste.
Y lo que vemos brillar a lo lejos
es la bisagra de acero
que nos separa de los jóvenes
para siempre.
FABIÁN CASAS
Del libro homónimo, Ed. Mansalva
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Publicado en Ensayo el 29 de Agosto, 2010, 20:53
por Retamoso
El Portador
Ed. Homo Sapiens, 2010
Primeras Notas Críticas
sobre la novela de MARCELO SCALONA.-
———————
Por ROBERTO RETAMOSO
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El género: en un primer momento, la lectura puede llevarnos a suponer que estamos frente a un relato policial. Hay una serie de elementos que permiten esa lectura: hay un delincuente preso, un abogado defensor, un submundo delictual y anómico.
Más aún: el abogado, que no es un detective -es más bien un protagonista-, se involucra en la historia como los detectives de las novelas negras: una especie de Marlowe vernáculo.
Así, en un primer momento el relato recuerda las novelas de Chandler, o de Hammett, donde lo delictivo no es más que la manifestación, cuasi fenoménica, de la esencia social, caracterizada por la inmoralidad, la corrupción y la injusticia del sistema social capitalista.
Pero pronto advertimos que el texto excede y desborda las formas canónicas del policial negro: cobra tintes de fantástico, de relato futurista, de profecía, de ficción poética.
De ese modo, se pone en cuestión el realismo propio de todo policial, particularmente el negro. Se podría hablar quizás de un hiperrealismo, del mismo modo que se puede hablar de un surrealismo: las dimensiones donde las representaciones de lo real convencional son superadas por las representaciones de lo real no visible o fantasmático (surrealismo) o lo real amplificado microscópicamente (hiperrealismo).
También hay una realidad absolutamente imaginaria, fantasiosa (en el sentido psicoanalítico del término) que proyecta la subjetividad del narrador sobre el mundo representado.
Ni puro realismo ni puro fantástico: mezcla de géneros y mezcla de referentes, lo real está presupuesto y está postulado a la vez por el relato.
El narrador: es un narrador que participa de la historia, pero no como testigo sino como personaje. Todo el relato se focaliza en su punto de vista, y por momentos parece un gran monólogo interior.
En simultáneo, nos habla de los hechos que protagoniza y de su propio ser. Se trata de un personaje onettiano, o arltiano: un típico perdedor, un desclasado. Alguien que huye de su clase, de su familia, un perpetuo escapador que saltos adelante hacia la nada. Más que buscar, lo que hace es fugarse.
Abogado humanista y literato, que encuentra en la literatura la confirmación de que la belleza del mundo no es más que la belleza de la muerte. Lee, ha leído, para confirmar en la literatura su visión amarga y escéptica del mundo.
Como escritor, practica la metaficción: puede ponerse por encima o por fuera del relato, ver desde otro lugar su trabajo y su escritura.
Como los personajes de Arlt, encuentra en la degradación un particular placer, un goce. Por eso participa de hechos abominables o inmorales, porque también, como los personajes de Arlt, ansía la redención por el amor que siempre parece estar más allá de sus alcances.
La narración: la narración cuenta una historia impactante, la de su encuentro con un preso que es la encarnación misma de todas las potencias maléficas. Hay una suerte de fascinación que ejerce el preso sobre el narrador, construido como un personaje donde los rasgos infantiles recubren un alma férreamente amoral, una suerte de contenido nietzscheano que se proyecta sobre el mundo de manera implacable.
Preso y abogado serán entonces aliados en una lucha absurda y demencial contra los poderes que gobiernan al mundo, rodeados por un conjunto de personajes que evocan por más de una razón a Los Siete Locos, particularmente por una: su voluntad de provocar una revolución que antes que apuntar a la sustitución de un orden social por otro, apunta a la pura destrucción, a una suerte de anarquía negra (o negativa) que simplemente persigue la subversión de las relaciones y normas que rigen la sociabilidad convencional.
En este sentido, la narración pasa por múltiples registros formales y genéricos: tiene el ritmo y la intensidad fáctica de un relato policial, pero también tiene las formas de los relatos futuristas y fantásticos, e incluso tiene momentos de una épica singular, cuando las multitudes azuzadas por Furlet salen a destruir Buenos Aires. Pero es una épica trágica y pesimista, porque a diferencia de las antiguas epopeyas no concluye con el triunfo de los héroes -podría decirse en ese sentido que ni siquiera hay héroes- sino con una devastación generalizada donde impera solamente la muerte. Un genuino Apocalipsis en clave de parodia.
El lenguaje: en este registro el realismo se desborda hacia un hiperrealismo o un surrealismo narrativo. El lenguaje del narrador es crudo, coloquial, y guarda giros muy rosarinos.
Pero ese lenguaje permite también el despliegue de enunciados poéticos, de carácter sintético y duro, como por ejemplo cuando relata las experiencias eróticas del narrador, o ciertas visiones del mundo, por ejemplo del paisaje entrerriano. Diríase que puede leerse, en tal sentido, como un tributo novelístico a la poesía de Ortiz o de Mastronardi.
El lenguaje es así un lenguaje de escritor. De un escritor situado históricamente, que se apropia de una tradición citada por momentos: Pizarnik, Onetti, Vallejo, Juan L., y hace de esa tradición el magma denso donde encuentra y elabora su propio lenguaje.
El sentido: El Portador es una ficción, y aún más, una fábula. Pero esa fábula, como tantas otras, es una manera de narrar el mundo real. La ficción se vuelve así representación alegórica de un real concreto: la Argentina de las últimas décadas, y los poderes reales que le dan forma y sustento.
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Publicado en relatos el 29 de Agosto, 2010, 20:49
por S_Bartolomé
Veo a ENZO por todas partes
————————————-
Estaba feliz cuando gané el concurso para entrar a trabajar en la colonia, la segunda vez, porque la primera perdí. Siempre pierdo la primera vez. A veces pierdo más veces. Yo feliz, pero mi familia estaba tan preocupada, tenían miedo por mi salud. No sabían que la psicosis no se contagia.
Ahora sí lo saben. Me había olvidado de eso y lo recordé ahora que habiendo renunciado veo a Enzo por todas partes. Ayer fue la última vez, caminando por calle Oroño bajo la llovizna, con un buzo rojo de polar, con ese andar sereno, pintando los murales libres de la ciudad. Tirando besitos a las mujeres, tomando cervecitas con Don Mario Hugo que le sonríe con todo el mar de sus ojos.
Otra vez fue un sábado a la noche, llevando al cine del hombro a la mamá de Raquel.
Yo también iba por la calle Oroño ayer mojándome bajo la lluvia cuando vi a Enzo y me reí sola pensando qué diría mi familia si supieran que ahora que estoy afuera veo a Enzo por todas partes…
SANDRA BARTOLOMÉ
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Publicado en General el 26 de Agosto, 2010, 15:40
por MScalona
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Con la elección de la síntesis argumental de nombre homónimo de FRANCISCO KUBA,
y el posterior sorteo de cada capítulo entre los 14 integrantes del grupo (Taller Tercero-Miércoles)
se procede al comienzo de "este viaje a Bolivia, ida y vuelta, que supone el derrotero (derrota-camino) de
dos jovencitos rosarinos que emprenden un viaje iniciático inspirados por un libro de Carlos Castaneda
(Las enseñanzas de Don Juan) encontrándose en el viaje con 3 señoritas porteñas (un poco más chetas,
claro) y lo demás… van a tener que esperar a fin de año, cuando ya esté escrito…
Si cuento más, me van a cagar a trompadas y con toda razón…
Marce…
en la foto se ve la grilla con el orden de los capítulos por sorteo realizado anoche (sin escribano)
mientras tomábamos la leche en el recreo… No figura el 1º que obviamente es Francisco,
quien ya ha escrito el primer capítulo, luego GONZA y así hasta SATY, el 1º de diciembre …
un capítulo por semana o 300 Km de ruta, usted elige…
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FRANCISCO presentará el 1º capítulo de la novela colectiva "BOLIVIA" en la clase del miércoles 1º de septiembre.
Los capítulos pueden tener la extensión que quieran como máximo, pero un mínimo de 7 hojas. Es una novela, hay que "viajar-pensar, comer, dormir, coger..." LA NOVELA ES UNA VIDA... NO UN INCIDENTE O UN SIMPLE ENIGMA FÁCTICO".
De modo que el mínimo será siete páginas, A-4, Times New Roman 14 sin espacios o con espacio 1,5 tipo 12.-
Anoche elegimos entre los 8 que estábamos, la síntesis argumental de Fran (obvio, no por simple mérito),
porque nos pareció muy original, pero además con todos los atributos que faciliten:
una escritura múltiple (distintas voces, distintos autores),
polisémica (distintos sentidos, existencial, romántica, policial, crónica de viaje, subjetividad),
coral (cinco personajes),
con base de estructura clásica (un viaje ida y vuelta, Ilíada-Odisea; Martín Fierro y La Vuelta de Martín Fierro, etc),
un registro o tono original (suave parodia del desencanto, el fracaso -poético por momentos- de personajes entre ingenuos y desesparados: modelo WES ANDERSON);
claras intertextualidades (el libro Las enseñanzas de Don Juan, de CARLOS CASTANEDA), clásico best seller iniciático y apologético del comienzo con las drogas,
ya que uno de los conflictos de la historia es justamente IR A BOLIVIA, dos jovencitos rosarinos a cumplir, realizar "las enseñanzas de Don Castaneda" .
A eso se agrega una novela de subjetividad, (construcción introspectiva de los personajes, autoreflexiva, argumentativa, psicoanalítica, existencial),
la multiplicidad y coralidad alientan también una construcción a través de fragmentos con alteraciones espaciales, temporales o de la subjetividad.-
Y finalmente será deseable el uso de un lenguaje variado, literario (reescritura), oral (la lengua que piensa), discursos ajenos como propios (muy importante tratándose de otra cultura y muy propia, Bolivia), lo no dicho, el trabajo de la espera o la contemplación, del paisaje, la descripción poética (por lo que se intuye, algunos paisajes del viaje son pertinentes para ello).-
tareas:
a) conseguirse y leer el libro LAS ENSEÑANZAS DE DON JUAN, se consigue en cualquier librería de usados, u ofertas,
EL ALEPH (Córdoba 860, Rosario), a $ 10.-
b) Yo haré copias de 4 pelis de WES ANDERSON para arrimar el tono o el registro original que pensó FRAN... las pelis son Viaje a Dareejiling, Bottle Rockets y Vida Acuática.-
c) LEER la síntesis de Fran y sugerir preguntas, interrogantes o sugerir, aportar información, estructura, recursos, etc...
d) El FIXTURE de cómo y a quién le toca seguir es
el cap. 2……GONZA………………………. 8 de septiembre
el cap. 3….ALE CAPONI……….. 15 “ “ “
el cap. 4… CELINA……………….. 22 “” “ “ “
el cap. 5 MELISA……. ……. 29 …. “ “ “ “
el cap. 6 SUSANA …………………. 06 octubre
el cap. 7 M A Y ………………… 13 “ “ “
el cap. 8 SANDRA …………… 20 “ “ “
el cap. 9 CARO…………………… 27 “ “ “
el cap. 10 ALICIA……….. 03 noviembre
el cap. 11 TERE……………. 10 “ “ “
el cap. 12 MARIANO………… 17 “ “ “
el cap. 13 CLAUDIO……… 24 “ “ “ “
el cap. 14 S A T Y………. 01 diciembre
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Publicado en De Otros. el 26 de Agosto, 2010, 12:27
por MScalona
LITERATURA
COLECCIÓN CIUDAD Y ORILLA, DE EDITORIAL
HOMO SAPIENS
El Portador, la flamante novela de Marcelo Scalona,
entrega un relato vehemente, alejado del objetivismo crítico
GRACIANA PETRONE, El Fisgón Digital
Rtamoso, Maritano y Scalona durante la presentación
26/08/2010 -
“Yo estoy en la otra vereda del objetivismo literario, no me interesa la gente que escribe lejos de escribir, que no pone nada propio, que no se sabe qué piensa, que no sufre, que no coge, que no transpira…”, dijo el escritor Marcelo Scalona, durante la presentación de su flamante novela El portador. La obra es el segundo título de la colección Ciudad y orilla, de la Editorial Homo Sapiens, dirigida por el propio autor y destinada a difundir las producciones locales. El encuentro, que convocó a un numeroso público, contó con la opinión de dos expertos en materia narrativa: Roberto Retamoso y Alma Maritano.
Si futurismo, mezcla de géneros, relato negro, realismo o surrealismo es lo que contiene El portador, fue lo que debatieron durante casi dos horas los presentadores en una charla que, puntualmente, giró en torno de las interpelaciones de Maritano a Retamoso a partir del “mundo delictual” recreado por Scalona. “En un primer momento –indicó Retamoso- el relato concuerda con las novelas de Chandler o de Hammet, donde lo delictivo no es más que la manifestación de la esencia social, caracterizada por la inmoralidad, la corrupción y la injusticia social del sistema capitalista”.
Según el crítico, en un primer momento la lectura puede llevar a suponer que se está frente a un relato policial pero de pronto el texto excede y desborda las formas canónicas del policial negro: “Cobra tintes de fantástico, de relato futurista, de profecía, de ficción poética. De este modo, se pone en cuestión el realismo propio de todo policial, particularmente el negro”.
VIAJE LITERARIO Y SOCIAL Para Maritano y Retamoso la imagen del narrador de El portador es un “alter ego del autor” y sus personajes tienen características “onettianas”, comentario al que Scalona agregó “algunas similitudes” con el personaje de la novela Prisión perpetua, de Ricardo Piglia o con Gil Wolf, creación de Rodolfo Fogwill. “Wolf, era un alter ego de Fogwill”, dijo, en referencia al pseudónimo que utilizaba el recientemente desaparecido escritor para firmar algunos de sus artículos realizados durante la última dictadura militar.
Aunque los expertos literarios que presentaron El portador concluyeron que el relato es “una mezcla de géneros”, Lilian Neuman, columnista de la revista española La Vanguardia, asegura en la contratapa del libro que es “una novela negra, dura, inmisericorde. Un viaje literario y social en una ciudad que todo lo admite (…) el robo, los negociados entre comisarios corruptos y funcionarios de alto rango, la magia de una melodía perdida y la conspiración temeraria”.
HOMO SAPIENS VA POR MÁS
Uno de los aspectos más relevantes a destacar es la calidad de la edición: una obra de casi 400 páginas, cosida (hecho que sólo se ve en las grandes editoriales porteñas) con un diseño de tapa, realizado por Emiliano y Edgardo Juárez, que logra un fuerte impacto visual, augurando así la intensidad del contenido.
El primer título de la colección Ciudad y orilla fue el libro de cuentos Estuve, de Miguel Sedoff. Las próximas publicaciones que entregará la Editorial Homo Sapiens serán de Sebastián Riestra, Patricia Suárez, Beatriz Vignoli y Daniel Briguet. Sin dudas una gran apuesta en pos de la difusión de la narrativa local.
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Publicado en homenaje el 26 de Agosto, 2010, 12:15
por MScalona
LITERATURA
recibieron los galardones obtenidos en el Concurso de Novela Manuel Musto
Desde la izquierda: Ríos, Britos, Taborda, Martínez y Doffo (fotos Guillermo Turín, Prensa SCyEM)
26/08/2010 - Los ganadores del Concurso Manuel Musto de Novela recibieron sus galardones. Fueron Marcelo Britos, por Empalme, y María Laura Martínez, por Patas de rana. También Nicolás Doffo se llevó una mención especial por El molino. En el mismo acto presidido por el secretario de Cultura y Educación municipal, Horacio J. Ríos, y el director de la Editorial Municipal de Rosario, Oscar Taborda, se realizó el lanzamiento oficial del Primer Concurso Municipal Infantil de Cuentos para Chicos y Chicas de hasta 13 años Más informción.
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Publicado en La vi y me gustó el 25 de Agosto, 2010, 19:42
por MScalona

Punto Qom es un documental que refleja la actualidad de los asentamientos de la etnia qom (los llamados Tobas) en Rosario y su proceso de adaptación a la vida urbana, en contrapunto a cómo se vive la misma temática en el Chaco, tierra de origen de la etnia. El proyecto fue desarrollado en conjunto con miembros de esas comunidades.
Lugar: Cine El Cairo (Santa fe 1120. Rosario)
Día: jueves 26 de agosto Hora: 22.30 LIBRE Y GRATUITO
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Publicado en De Otros. el 25 de Agosto, 2010, 19:25
por MScalona

PERROS ATADOS
Es posible que ese perro atado ladre
a estrellas que lo aturden con señales
o aúlle a quienes lo dejaron vigilando,
para nadie, una casa abandonada.
Los vecinos se quejan porque no pueden dormir,
escuchar la radio o lustrar sus automóviles.
Mientras tanto yo le adivino colmillos azules
como el amor o la muerte y lo imagino altivo
como algunos hombres o como muchos perros.
Porque su sonido tiene algo de delicada insensatez
o de agonía, y ese sonido me acompaña y me persigue.
Porque su ladrido se impone por sobre las voces
desafinadas y rancias de la gente
mezcladas como al fondo de una olla.
Y porque es posible que yo esté atado también,
pero sin su convicción para ladrar y aullar
ahora que siento finalmente que me han dejado solo
vigilando una luz casi deshabitada.
ANTE LA RADIOGRAFÍA DEL PIE DE NUESTRO HIJO
Ahora no recordamos si el pie entonces
pateó una piedra o cayó de un árbol mientras jugaba
para quedar ante nosotros aprisionado en esta radiografía.
A pesar de no ofrecer la consistencia de la carne adherida
uno imagina una hoja seca con sus nervaduras
pugnando por flotar en las sombras de la placa.
Porque en su vida real este pie deberá pisar
en medio del amor y la desdicha,
en medio de la plenitud de la tierra y del precipicio,
luego de haber llegado hasta la casa
del único amigo que le quede en el mundo.
Y habrá de caminar con los sueños y el aliento
que tengas para construir su propia historia
complicado en la historia de todos.
Este pie que continuará al mío
y empujará a ese otro pie que comience
ya lejos de nosotros y del espacio breve
que ocupamos para comida del olvido.
Porque si bien la muerte y el tiempo
sólo respetarán nuestros huesos
uno no admite, mientras tanto, este recuerdo de mañana,
este simulacro pálido de la eternidad.
NÉSTOR MUX La Plata, 1945
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Publicado en Aguafuerte el 25 de Agosto, 2010, 14:29
por S_D_Martín

No HABÍA LUGAR PARA ELLOS...
Regreso por la noche ya cansado, luego de un largo día y una jovencita me ofrece una artesanía, diciéndome que estaba sin dinero para continuar el viaje hacia Tucumán. Luego de comprarle, me pregunta si sé de algún refugio porque no tenían donde alojarse y no querían dormir en la calle, por el frío y el desamparo. Estaba con su novio.
Pensé en una lista de refugios para gente en situación de calle que recibí por mail hace poco (en realidad fueron muchos spams, enfáticos, en cuanto a los muchos refugios que hay en Rosario, recoméndame prestar atención a las personas sin techo y etc etc etc). También pensé que justamente en la reunión de la cual venía, habíamos hablado el problema de los sin hogar, sin casa, sin techo, que viven en la calle. Me pareció que no podía desentenderme de esta situación y prometí a los noviecitos tucumanos regresar mas tarde con los datos de esos lugares.
Regresé a las 22,30 hs y encontré a ambos jóvenes cerca de Radio Nacional, en el piso, con sus artesanías, guitarras, sus mochilas. Llamé a las G.U.M. * pensando que ayudarían a ubicarlos, o al menos, a llevarlos a un lugar; me atendieron pero no vinieron. Hice otras llamadas a personas que podrían darme aunque más no fuera alguna idea. Nos encaminamos hacia el primer refugio de mi lista : "Sol de Noche" te 456 35 11, Pje. Marconi 2040, Altura: Ituzaingó al 5200 , (a unas cuarenta y cinco cuadras de donde estábamos con los chicos). Entonces decidí confiar en dos desconocidos, saqué mi auto del garaje y los llevé, ya rondando la medianoche.
Cuando llegamos nos atendieron unas jovencitas, luego Manuel (alguien me había dado su nombre), mirándonos como a vendedores ambulantes, nos dijo "NO, esto es solo para mayores de 35 y ahora nosotros nos vamos a dormir". Dicho eso cerró la puerta del sol de noche.
Volví a cargar las cosas del par de tucumanos jóvenes y resignados. Fuimos camino a la Estación de Ómnibus, donde pensé que podrían pasar la noche sin que los echaran (Manuel –sol de noche- les había dicho que fueran a alguna sala de espera del H.E.C.A. ** y durmieran allí). No sé si el refugio "Sol de Noche" es municipal, de la Iglesia o de que algún otro milagro, pero dijeron que eran voluntarios.
Ya en la Estación Terminal nos despedimos, los dos noviecitos dijeron que no me olvidarían, que tendría noticias de ellos por mail, y ya no supe qué más decirles; la verdad es que no pude encontrarles un lugar y si seguíamos recorriendo los otros sitios -de la enorme lista spam que me llegó por internet-, nos hubiera encontrado el amanecer dando vueltas.
Llegando a casa, al entrar a mi edificio recordé una frase que se me grabó durante toda la infancia: "no había lugar para ellos en la posada…", y pensé que si alguien más importante tampoco tuvo un lugar donde dormir la noche de su nacimiento, no tenía que asombrarme ahora. Puede que solo fueran dos mochileros que se quedaron sin plata, como me sugirieron los inefables GUMS ( palabra que tanto se parece eufónicamente al apellido del famoso personaje del cine: GUMPS), pero estaban esa noche en la calle, que no es el lugar mas adecuado, especialmente si hace frío y no se es del lugar.
Intenté ubicarlos. No podía llevarlos a mi casa, pero hice lo que estaba a mi alcance, aunque algunas cosas no las entiendo (refugios que no refugian ; lugares amplios con poca gente), y quiero contar esto a mis compañeros de utopías -como diría Marcelo S.- y también a los que ya no creen en ellas: amigos, esa noche me sentí uno con los artesanos y muy joven frente a esos voluntarios tan fieles a sus normas, que con tanta facilidad dicen NO; esa gente tan rotunda y monosilábica siempre me llamó la atención: la seguridad que tienen para dejar a otros sin certezas. Quizás algún día se nos ocurra algo al respecto y Dios acompañe a esos jóvenes.
Sergio Daniel Martín
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Publicado en Ensayo el 24 de Agosto, 2010, 11:36
por MScalona
El libro no morirá
Por Jean-Claude Carriere / Umberto Eco |
www.perfil.com
Durante la última cumbre de Davos, en 2008, se le preguntó a un futurólogo sobre los fenómenos que alterarían a la humanidad en los próximos 15 años y éste propuso que se consideraran esencialmente cuatro, que le parecían seguros. El primero, que un barril de petróleo costaría quinientos dólares. El segundo concernía al agua, destinada a convertirse en un producto comercial de intercambio exactamente como el petróleo; en fin, que veremos las cotizaciones del agua en la Bolsa. La tercera previsión atañía a Africa, que en las próximas décadas, según el futurólogo, se convertiría con toda seguridad en una potencia económica, un hecho que todos esperamos. El cuarto fenómeno, según este profeta profesional, era la de-saparición del libro. A estas alturas, por lo tanto, se trata de saber si la desaparición definitiva del libro, si de verdad llegara a producirse, podría entrañar para la humanidad las mismas consecuencias que la penuria programada del agua, por ejemplo, o que la inaccesibilidad del petróleo. Umberto Eco: ¿El libro desaparecerá a causa de la aparición de Internet? Escribí sobre este tema hace tiempo, es decir, cuando la pregunta parecía pertinente. A estas alturas, cada vez que alguien me pide que me pronuncie al respecto, no puedo sino repetir el mismo texto. En cualquier caso, nadie se da cuenta de que me repito, porque no hay nada más inédito que lo que ya se ha publicado y, además, porque la opinión pública (o por lo menos los periodistas) tienen siempre la idea fija de que el libro desaparecerá (o quizá los periodistas piensan que son los lectores los que tienen esa idea fija) y todos formulan incansablemente la misma pregunta. En realidad, hay poco que decir al respecto. Con Internet hemos vuelto a la era alfabética. Si alguna vez pensamos que habíamos entrado en la civilización de las imágenes, pues bien, el ordenador nos ha vuelto a introducir en la galaxia Gutenberg y todos se ven de nuevo obligados a leer. Para leer es necesario un soporte. Este soporte no puede ser únicamente el ordenador. ¡Pasémonos dos horas leyendo una novela en el ordenador y nuestros ojos se convertirán en dos pelotas de tenis! En casa, tengo unas gafas Polaroid que me permiten proteger los ojos de las molestias de una lectura constante en pantalla, pero no es una solución suficiente. Además, el ordenador depende de la electricidad y no te permite leer en la bañera, ni tumbado de costado en la cama. El libro es, a fin de cuentas, un instrumento más flexible. Ante la disyuntiva, hay una sola opción: o el libro sigue siendo el soporte para la lectura o se inventará algo que se parecerá a lo que el libro nunca ha dejado de ser, incluso antes de la invención de la imprenta. Las variaciones en torno al objeto libro no han modificado su función, ni su sintaxis, desde hace más de quinientos años. El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez que se han inventado, no se puede hacer nada mejor. No se puede hacer una cuchara que sea mejor que la cuchara. Hay diseñadores que intentan mejorar, por ejemplo, el sacacorchos, con resultados muy modestos: la mayoría de ellos no funciona. Philippe Starck intentó mejorar el exprimidor, pero su modelo (para salvaguardar una determinada pureza estética) deja pasar las semillas. El libro ha superado sus pruebas y no se ve cómo podríamos hacer nada mejor para desempeñar esa misma función. Quizá evolucionen sus componentes, quizá sus páginas dejen de ser de papel. Pero seguirá siendo lo que es. Jean-Claude Carrière: Parece que el libro electrónico, en sus últimas versiones, le hace la competencia directa al libro escrito. El modelo Reader contiene ya ciento sesenta títulos. U.E.: “Es evidente que un juez se llevará a casa con mayor facilidad las veinticinco mil páginas de escritos de un proceso en curso si las guarda en un libro electrónico. En muchos campos, el libro electrónico será cómodo, pero en circunstancias de uso no corrientes. Yo simplemente sigo preguntándome si, incluso con la tecnología más adecuada a las exigencias de la lectura, será de verdad mejor leer Guerra y paz en un libro electrónico. Ya veremos. En cualquier caso, no podremos seguir leyendo a Tolstói y todos los libros impresos en pasta de papel, porque estos ya han empezado a descomponerse en nuestras bibliotecas (…) Jean-Philippe De Tonnac: Con la aparición de nuevos soportes, cada vez más adecuados empíricamente a las exigencias y al confort de la lectura, ya se trate de enciclopedias o de novelas on line, ¿por qué no imaginar una lenta desafección hacia el objeto libro en su forma tradicional? U.E.: Todo puede pasar, desde luego. Cabe que los libros mañana interesen sólo a una minoría de indómitos que podrían ir a satisfacer su curiosidad nostálgica en los museos, en las bibliotecas… J-C.C.: De seguir existiendo. U.E.: Pero también podemos imaginar que esa formidable invención que es Internet desaparezca en un futuro. Exactamente como los dirigibles desaparecieron de nuestros cielos. Cuando el Hindenburg se incendió en Nueva York, poco antes de la guerra, el dirigible ya no tenía futuro. Lo mismo sucedió con el Concorde: el accidente de Gonesse en el año 2000 resultó mortal. En cualquier caso, esa es una historia extraordinaria: se inventa un avión que, en lugar de tardar ocho horas en atravesar el Atlántico, tarda tres. ¿Quién podría rebatir semejante progreso? Pues bien, se renuncia al Concorde, tras la catástrofe de Gonesse, estimando que ese avión resulta demasiado caro. ¿Es una razón seria? ¡También la bomba atómica sale carísima! J-P.T.: Les cito unas observaciones que hacía Hermann Hesse a propósito de una probable «relegitimación» del libro que, según su opinión, sería consecuencia de los progresos técnicos. En los años treinta, Hesse afirmaba: «Cuanto más se satisfagan con el tiempo ciertas necesidades populares de entretenimiento y enseñanza a través de otros inventos, más recuperará el libro su dignidad y autoridad… No hemos alcanzado todavía el punto en el que los nuevos inventos rivales, como la radio, el cine, etc., descarguen al libro de esa parte de sus funciones que no merecen la pena». J-C.C.: En este sentido no se equivocaba. El cine y la radio, así como la televisión, no le han quitado nada al libro, nada que no pudiera perder «sin daños». U.E.: En un momento determinado los hombres inventan la escritura. Podemos considerar la escritura como la prolongación de la mano, y en este sentido tiene algo casi biológico. Se trata de una tecnología de comunicación inmediatamente vinculada al cuerpo. Una vez inventada, ya no puedes renunciar a ella. Una vez más, es como haber inventado la rueda. Las ruedas de hoy siguen siendo las de la Prehistoria. Al contrario, nuestras invenciones, cine, radio, internet, no son biológicas. J-C.C.: Tiene razón en subrayarlo: nunca hemos tenido más necesidad de leer y escribir que en nuestros días. (…)No podemos siquiera usar un ordenador si no sabemos leer y escribir. Claro que esto plantea una nueva cuestión: ¿es posible expresarse sin saber leer ni escribir? U.E.: Homero respondería sin ningún género de duda que sí. J-C.C.: Pero Homero pertenece a una tradición oral. Sus conocimientos los adquirió a través de esa tradición, en una época en que todavía nada se había escrito en Grecia. ¿Se puede imaginar hoy a un escritor que dicte su novela sin la mediación de la escritura y que no conozca nada de la literatura que lo ha precedido? Quizá su obra tendría la fascinación de la naïveté, del descubrimiento, de lo inaudito. Pero, en todo caso, parece que carecería de lo que nosotros, a falta de un término mejor, llamamos «cultura». Rimbaud era un joven dotadísimo, autor de versos inimitables. Pero no era lo que llamamos un autodidacta. A sus dieciséis años, su cultura ya era clásica, sólida. Sabía componer versos latinos. No hay nada más efímero que los soportes duraderos J-P.T.: Ahora, ¿qué pensar de esos soportes diseñados para almacenar la información y nuestras memorias personales (disquetes, cintas, CD-ROM) que ya hemos dejado atrás? J-C.C.: En 1985, el entonces ministro de Cultura, Jack Lang, me pidió que creara y asumiera la responsabilidad de una nueva escuela de cine y televisión, la Fémis. Bajo la dirección de Jack Gajos, reunía algunos técnicos excelentes y me ocupé del destino de esa escuela durante diez años, desde 1986 hasta 1996. Durante esos diez años, tuve que estar al corriente, como es natural, de todas las novedades relativas a los campos que nos incumbían. Uno de los verdaderos problemas que tuvimos que resolver era, sencillamente, cómo enseñarles las películas a los estudiantes. Cuando vemos una película para estudiarla, analizarla, hay que interrumpir la proyección, ir hacia atrás, ir hacia delante, a veces, fotograma a fotograma. Exploración imposible con una copia clásica. En aquella época teníamos cintas de vídeo, pero se deterioraban muy rápidamente. Al cabo de tres o cuatro años de uso, resultaban inutilizables. En ese mismo período nació también la Videoteca de París, que se proponía conservar todos los documentos fotográficos y fílmicos sobre la capital. Podíamos elegir si archivar las imágenes en cintas electrónicas o en CD, que por aquel entonces denominábamos “soportes duraderos”. La Videoteca de París eligió las cintas electrónicas e invirtió en ellas. En otros lugares, se experimentaban también los floppy disks (discos flexibles), de los que sus promotores contaban maravillas. Dos o tres años después, en California, apareció el CD-ROM (compact disc-read only memory). Por fin teníamos la solución. Un poco por doquier se sucedían demostraciones miríficas. Aún me acuerdo del primer CD-ROM que vimos: hablaba de Egipto. Estábamos admirados, seducidos. Todos se inclinaban ante esa invención que parecía resolver las dificultades con las que nosotros, profesionales de la imagen y del archivo, nos topábamos desde hacía mucho tiempo. Hoy en día, las empresas norteamericanas que entonces producían esas maravillas han cerrado, desde hace por lo menos siete años.
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*Dramaturgo. Pionero del guión europeo, de la Nouvelle Vague.- **Semiólogo y novelista.
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Publicado en De Otros. el 23 de Agosto, 2010, 18:43
por MScalona
Nostromo 03:
La cocina editorial y Rodolfo Fogwill
13-06-2010
En esta edición de Nostromo entrevistaremos a Rodolfo Fogwill, una de las voces literarias más potentes de Latinoamérica. El escritor argentino nos hablará de su relación con Borges, de su tardía entrada en el mundo literario, y del estilo directo y casi descarnado que le ha convertido en un autor de culto para muchos lectores.
El programa abordará también la llamada ‘cocina literaria’, es decir, el trabajo de los editores que buscan crear tendencia con sus publicaciones. Valeria Bergalli y Enrique Murillo, nuestros invitados a la charla de hoy, son “rastreadores” de buenas historias y de autores desconocidos para el gran público. Su labor se parece mucho a la de los buenos chefs: analizan qué pide el mercado, se hacen con los ingredientes, les dan forma y los sirven en forma de colección.
Y en la sección de poesía conoceremos la obra de Roger Wolfe, un inglés instalado en Madrid cuyos versos son la punta de lanza de lo que se bautizado como “el nuevo realismo español”.
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Publicado en De Otros. el 23 de Agosto, 2010, 15:56
por MScalona
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Publicado en General el 22 de Agosto, 2010, 14:03
por MScalona
FELICITAS MAINI (foto) obtuvo el 1º Premio en el concurso cuentos de Humor-
Fontanarrosa POR SU RELATO "Maternidades" en el marco de Rosario Bicentenario.
MARÍA Cé. RIVAROLA y GERMÁN GÓMEZ, obtuvieron dos de las siete menciones
otorgadas por sus relatos "SITUACIÓN EMBARAZOSA" y "CORTAR LA RACHA",
respectivamente.- Más información en WEB ROSARIO.gov.ar
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Publicado en General el 22 de Agosto, 2010, 12:44
por MScalona
Ramiro (el lector de la foto) es otro gran laburante del oficio,
ninguna sorpresa, felizmente.-
Más información en la página WEB del Municipio de Rosario.-
Sus compañeros dicen que el relato es EXCELENTE...!!!!
¿Podremos leerlo el resto de los mortales...?
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Publicado en Fotitos. el 19 de Agosto, 2010, 16:37
por MScalona
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Publicado en Sugerencias. el 18 de Agosto, 2010, 1:47
por MScalona
Marcelo Scalona presenta su nuevo libro: "El Portador"
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El lanzamiento de la obra, que forma parte de la colección "Ciudad y orilla", será este miércoles en la librería Homo Sapiens. Confirmaron su presencia Alma Maritano y Roberto Retamoso |
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El flamante libro y su autor, Marcelo Scalona. |
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www.rosario3.com
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El escritor Marcelo Scalona presenta esta semana su nuevo libro, titulado El portador. El lanzamiento será este miércoles, a las 19.30 hs. en la Librería Homo Sapiens (Sarmiento 825). Acompañarán al autor los escritores y ensayistas Alma Maritano y Robeto Retamoso.
El libro integra la colección Ciudad y orilla de narrativas vinculadas a Rosario, de la editorial Homo Sapiens, que tiene como objetivo de conformar una biblioteca de autores de la generación intermedia de la ciudad. Estuve, de Miguel Sedoff, fue el primer ejemplar de la colección, presentada en mayo. Luego se sumarán Sebastián Riestra, Patricia Suárez, Beatriz Vignoli, Daniel Briguet, entre otros.
Scalona nació y vive en Rosario. Se recibió como abogado en la Facultad Católica de Derecho de Rosario, profesión que ejerció junto a la docencia. Comenzó a escribir durante su infancia. Fue alumno del taller literario de las escritoras rosarinas, Nora Hall y Gloria Lenardón. En 1995, con prólogo y recomendación de la escritora Angélica Gorodischer, publicó su primera novela El camino del otoño. En 1998, lanzó El altillo de mis oficios, una colección de cuentos. En 2003 llegó Compostura de muñecas, otra selección de historias breves.
Desde el año 2008 dirige la colección de narrativa Adán sin costilla de Editorial Fundación Ross, donde publicó su novela Enrarecido. Dicta talleres literarios y colabora con el diario La Capital, de Rosario, la revistas Treball, Boga, Faro, Caravana Cultural de Santa Fe y Semana de las Letras de Rosario.
La editorial Homo Sapiens ya tiene publicado 600 títulos publicados, cuenta con 200 librerías en su red de distribución nacional, y presencia en más de 20 países de América y España. |
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Publicado en Humor el 16 de Agosto, 2010, 13:44
por MScalona
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Publicado en relatos el 15 de Agosto, 2010, 22:16
por C_Santini
Moebius
Otro día por delante. Ni bien te levantás vas derecho a la cocina y después de varios mates te metés en la ducha. Primer contacto cara a cara con la mañana. El rito del agua, por dentro y por fuera, te reconcilia con el mundo. Claro, no contabas con que el tipo de abajo iba a empezar con el taladro. Hace poco se mudó y trajo consigo los ruidos propios de quien prepara su nuevo hogar. El de arriba tampoco se queda atrás. Martilla y corre cosas de un lado al otro. Refacciones tal vez. Tenés ganas de tirarles la puerta abajo y liquidarlos con un lanzallamas. En lugar de eso te vestís y te vas a la plaza de enfrente con un libro bajo el brazo. Demasiada gente para la hora que es. Sólo quedan dos bancos libres. Elegís aquel donde pega de lleno el sol, cosa de quemarte la cara y escaparle un poco al invierno. La estación del blanco, la llamás. Si por vos fuera te encerrarías en un ropero hasta septiembre. La primavera, en cambio, es una resurrección. Colgado de esos pensamientos abrís el libro y cuando te disponés a leer, escuchás un murmullo a tus espaldas. Un zumbido de vocecitas que se acercan en malón. De golpe, te encontrás atrapado en medio de una multitud: un contingente de chicos Down y su maestra se amontonan en el banco de al lado. Los chicos gritan, escupen, se pelean, tiran piedras. Uno de ellos arranca las flores de un cantero. Otro se baja los pantalones hasta las rodillas y mea detrás de un tacho de basura. Un tercero corre tras una paloma que picotea migas del suelo. El cuadro es lacrimógeno. Un perro grande -de esos que están de moda-, acaso enardecido por el griterío, se le va al humo al pibe que está con la paloma. Su dueña, colgada del extremo de la correa, da saltitos. Reta al perro con alaridos pero no puede evitar la masacre. Su animalito se mastica a la paloma entre gruñidos. En unos segundos el círculo central de la plaza es un plumerío. El pibe se tira en el pasto y llora asustado. Sus compañeritos, al verlo llorar, también lloran. La maestra, que estaba en Bavaria sacándose la mugre de las uñas, discute con la dueña del perro. Que esto, que lo otro, qué quién te pensás que sos. Que tu perro de mierda, que tus chicos. Suena una cachetada seca. Otra. Y vos ahí, inmóvil entre tanta piña y grito, la vas de testigo casual. Te parás con la idea de rajar cuanto antes de la escena. No obstante, un policía que pasaba por ahí, corre con aires de árbitro de fútbol hacia el foco del tumulto. Te pone una mano en el pecho y te corta la retirada. Yo no tengo nada que ver, le aclarás de una. Te ordena que te calles la boca y a los diez minutos estás en una comisaría con la maestra, los chicos y la dueña del perro. Tenés que declarar en calidad de testigo presencial. Si es que alguien se digna a tomarte declaración. Es mañana de partidos y el Mundial acapara todas las miradas. Desde una jaula donde lo metieron de prepo, el perro te muestra los dientes y te gruñe entrecerrando los ojos. Te das cuenta de que comparado con esto, los ruidos de tus vecinos no eran nada. Que no fue buena idea salir. Los problemas se deslizaron de adentro hacia fuera como por una banda de Moebius. Ahora estás adentro de nuevo y a punto de explotar. Paciencia. A todo el mundo le sucede a veces entrar a la vida por la puerta de atrás.
C . S.
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Publicado en De Otros. el 15 de Agosto, 2010, 18:01
por MScalona
Desleído
es un adjetivo que proviene
de un verbo, desleír,
que significa
"disolver y desunir las partes de un cuerpo
por medio de un líquido",
y también: "atenuar notablemente
la expresión de pensamientos,
ideas, conceptos..."
Desleído puede entenderse
así no sólo como lo disuelto
o atenuado,
sino incluso como lo desdibujado,
como aquello que se ha difuminado
después que fue inscripto
sobre la superficie áspera
del mundo.
Desleír entonces
podría ser la acción de borrar,
de negar lo escrito,
como si esa negación
fuese
la condición misma
de todo recuerdo
o toda lectura.
Alguien dijo alguna vez
que se olvida para poder recordar.
Sin embargo, los juegos
verbales
suelen chocar con los límites
de la lengua:
no existe el participio "desleyendo"
sino tan sólo "desliendo",
una manera oblicua
y metafórica de negar
la vastedad
de lo que todos leímos.
ROBERTO RETAMOSO es poeta, ensayista y Profesor de Letras en la UNR, en las carreras de Letras y Comunicación Social. Colabora en la coodinación de algunos encuentros de nuestrotaller sobre sus autores favoritos, ARLT, GIRONDO o JUANELE, de los que está considerado a nivel nacional, un especialista.-
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Publicado en De Otros. el 13 de Agosto, 2010, 19:18
por MScalona
LAS CORRECCIONES
Jonathan Franzen, Ed. Alfaguara, p. 329.337
PULITZER 2002.-
PULITZER 2002.-
…Dr. Mather Hibbard. Tenía una cara grande, de piel un poco basta, parecida a la cara del actor italonorteamericano que tanto le gustaba a la gente, el que una vez hizo de ángel y otras, de bailarín de discoteca.
-Hola, ¿Cómo andámos hoy?-dijo, en una exhibición de perlados dientes. Enid lo siguió vestíbulo adelante, hasta llegar a la consulta. Una vez allí el hombre le indico que tomara asiento en el sillón de las visitas, frente a la mesa.
-Soy la señora Lambert -dijo ella-. Enid Lambert, del B11. Vengo a ver si me puede usted ayudar.
-Eso espero. ¿Qué le ocurre a usted?
-Estoy teniendo dificultades.
-¿Problemas mentales? ¿Problemas emotivos?
-Bueno, es mi marido…
-Perdone. Un momentito, eh?, un momentito -el doctor Hibbard se agachó un poquito, sonriendo malévolamente-. ¿Dice usted que tiene problemas?
Tenía una sonrisa adorablemente propia, que tomó de rehén la parte de Enid que se derretía ante la contemplación de unas crías de foca o unos gatitos, y se negó a soltarla hasta que ella, no sin algún resentimiento, le devolvió la sonrisa.
-El problema que yo tengo -explicó- son mi marido y mis hijos.
-Perdone otra vez, Edith. ¿Tiempo? el doctor Hibbard se agachó aún más, se puso la cabeza entre las manos y la miró entre ambos antebrazos-. Seamos claros. ¿Es usted quien tiene el problema?
-No. Yo estoy bien. Pero todo el mundo a mi…
-¿Siente angustia?
-Sí, pero….
-¿Duerme mal?
-Exactamente. Mire, mi marido…
-Edith. ¿Dijo usted Edith?
-Enid. Lambert. L-A-M-B…
-Enith. ¿Cuánto da cuatro por siete menos tres?
-¿Cómo? Bueno, está bien. Veinticinco.
-Ajá. Y ¿en qué día de la semana estamos?
-Lunes.
-Y ¿Qué paraje histórico de Rhode Island visitamos ayer?
-Newport.
-Y ¿está tomando algún medicamento contra la depresión, la angustia, el desorden bipolar, la esquizofrenia, la epilepsia, el parkinson o cualquier otro desorden psiquiátrico o neurológico?
-No.
El doctor Hibbard asintió con la cabeza y se enderezó en su asiento, abrió un cajón de corredera de la consola que tenía a la espalda y extrajo de él un puñado de paquetes de plástico y papel de estaño, muy alegres. Apartó ocho unidades y se las colocó delante a Enid, encima de la mesa. Tenían un aspecto de cosa carísima, que no le gustó nada a ella.
-Es un fármaco nuevo, muy bueno, que le va a sentar a usted estupendamente -recitó Hibbard, en sonsonete monocorde.
Luego le guiñó un ojo a Enid.
-¿Perdone?
-¿No nos hemos entendido bien? Creo que usted ha dicho <<tengo problemas>>. Y habló de ansiedad y alteraciones del sueño.
-Sí, pero lo que quería decir era que mi marido…
-Marido sí. O mujer. Suele ser el cónyuge con menos inhibiciones quien viene a verme. En realidad, es el miedo paralizante a pedir Aslan lo que hace que Aslan venga a ser, por lo general, lo más indicado. Es una medicina que ejerce una notable efecto de bloqueo en la timidez <<profunda>> o <<mórbida>>.
La sonrisa de Hibbard era como una mordedura reciente en una fruta blanda. Tenía pestañas de animalito lujoso, una cabeza que invitaba a darle palmaditas.
-¿Le interesa?- preguntó-. ¿He conseguido llamar su atención? Enid bajó los ojos. Le habría gustado saber si puede uno morir por falta de sueño. Como el que calla, otorga, Hibbard prosiguió:
-Tendemos a considerar que un depresivo clásico del sistema nervioso central, como el alcohol, elimina la <<timidez>> o las <<inhibiciones>>. Pero apelar a tres martinis para superar la <<timidez>> equivale a reconocer la existencia de esta <<timidez>>, sin reducirla en absoluto. Piense en los profundos remordimientos que surgen una vez disipado el efecto de los martinis. Lo que ocurre, Edna, a nivel molecular, cuando se bebe uno de esos martinis, es que el etanol impide la recepción del Factor 28A que las personas con problemas de <<timidez>> morbosa o profunda poseen en exceso. Pero el 28 A no por ello resulta adecuadamente metabolizado o absorbido en la zona de recepción. Permanece almacenado en la zona de trasmisión, de modo temporalmente inestable. De manera que, en cuanto desaparece el efecto del etanol, lo que ocurre es que el receptor recibe una verdadera inundación de 28 A. Hay una estrecha relación entre el miedo a resultar humillado y el deseo de resultar humillado: lo saben los psicólogos, lo saben los novelistas rusos. Y resulta que no sólo es verdad, a secas es vedad-verdad. Verdad a nivel molecular. Resumiendo: el efecto del Aslan en la química de la timidez no se parece en nada al efecto de los martinis. Aquí estamos hablando de eliminación total de las moléculas de 28 A. El Aslan en un feroz depredador.
Evidentemente, ahora le tocaba hablar a Enid, pero en algún momento del discurso anterior se había quedado sin pistas.
-Mire doctor, lo siento -dijo-, pero no he dormido y estoy un poco confundida.
El doctor frunció su adorable entrecejo.
-¿Confundida, o confundida-confundida?
-¿Pendón?
-Me ha dicho usted que tenía <<problemas>>. Lleva usted encima ciento cincuenta dólares en efectivo o en cheques de viaje. Basándome en sus respuestas clínicas le he diagnosticado una distimia subclínica sin demencia observable, y a continuación procedo a suministrarle, sin cargo, ocho envases de Aslan <<Crucero>>, con tres pastillas de treinta miligramos cada una. Con ello bastará para que disfrute plenamente de lo que queda en este crucero, aunque más tarde deberá seguir el programa treinta-veinte-diez que se recomienda para la disminución gradual de la dosificación. Con todo, Elinor, debo advertirle que si se siente usted confundida-confundida, y no confundida a secas, ello puede obligarme a variar mi diagnóstico, lo cual a su vez pondría en serio peligro su acceso al Aslan.
Sobre estas palabras alzó Hibbard las cejas y silbó unos cuantos compases de una melodía que perdió la entonación, por culpa de la sonrisa de falsa incredulidad.
-No soy yo quien se siente confundida -dijo Enid-. Es mi marido quien se siente confundido.
-Si por confundido debemos entender confundido-confundido, entonces debo expresarle mi sincera esperanza de que su intención sea limitar el Aslan a su uso personal, sin suministrárselo a su marido. El Aslan está fuertemente contraindicado en caso de demencia. De modo que debo insistir, oficialmente, en que utilice este fármaco respetando las indicaciones y sólo bajo mi estricta supervisión. Claro que, en la práctica, no soy tan ingenuo. Comprendo que un fármaco tan potente y tan capaz de aportar alivio, un fármaco que aún no está disponible en tierra firme, vaya de vez en cuando a caer en otras manos.
Hibbard silbó otros varios compases sin melodía, actuando como los personajes de dibujos animados cuando deciden ocuparse de sus propios asuntos, sin por ello dejar de observar a Enid, a ver si todo aquello le estaba resultando entretenido.
-Mi marido se comporta de un modo muy raro, a veces, por las noches -dijo ella, apartando los ojos-. Se agita mucho y se pone muy difícil, y no me deja dormir. Luego me paso el día arrastrándome de un lado para el otro, cansadísima y de mal humor. Lo cual me impide hacer todas las muchas cosas que quiero hacer.
-El Aslan la ayudará -le aseguro Hibbard, con más sobriedad en el tono-. Muchos pasajeros lo consideran más importante, como inversión, que el propio seguro de cancelación. Con todo el dinero que ha pagado usted por el privilegio de estar aquí, Enith, qué duda cabe, nadie puede discutirle el derecho a sentirse en plena forma todo el tiempo. Pelearse con el marido, estar muy preocupada por la mascota que se ha quedado sola en casa, o ver desaires donde no los hay, son cosas que usted no puede permitirse. Mírelo así. Si el Aslan evita que se pierda usted, por culpa de la distimia subclínica, una sola de las actividades de las Pleasurelines que tiene pagadas de antemano, ya saldrá usted ganando. Con lo cual estoy diciéndole que esta consulta de precio fijo, a cuya conclusión recibirá usted ocho paquetes de muestra gratuita de treinta miligramos de Aslan <<Crucero>>, le habrá valido la pena.
-¿Qué es el Ashland?
Alguien llamó a la puerta, y Hibbard sacudió los hombros como para despejarse la cabeza.
-Edie, Eden, Edna, Enid, perdóneme un momento. Estoy empezando a comprender que está usted confundida-confundida en lo tocante a la psicofarmacopea de vanguardia mundial que las Pleasurelines tienen el orgullo de ofrecer a sus distinguidos pasajeros. Veo que necesita usted más aclaraciones suplementarias que la mayor parte de nuestros clientes. De modo que si me perdona un instante…
Hibbard sacó ocho paquetes de muestra de Aslan de su consola, se tomó la molestia de cerrar ésta y echarse la llave al bolsillo, y salió al vestíbulo. Enid oyó el murmullo del doctor y la ronca voz de un hombre mayor, contestando <<Veinticinco>>, <<lunes>>y <<Newport>>. No habían pasado dos minutos y ya estaba de regreso el buen doctor, con unos cuantos cheques de viaje en la mano.
-¿Es correcto lo que hace usted? -le preguntó Enid-. Quiero decir desde el punto de vista legal.
-Buena pregunta, Enid, pero óigame lo que le digo: es maravillosamente legal.
Examinó uno de los cheques, como pensando en otra cosa, y luego se los guardó todos en el bolsillo de la camisa.
-Pero sí, es una excelente pregunta. Una pregunta de primera. La deontología medica me impide vender los fármacos que receto, así que lo único que puedo hacer en dispensar muestras gratuitas, lo cual se da la afortunada circunstancia de que encaja plenamente en la política de las Pleasurelines de tutto é incluso. Lamentablemente, dado que el Aslan aún no ha recibido todos los permisos que la ley norteamericana prescribe, y dado que casi todos nuestros pasajeros son norteamericanos y dado que, en consecuencia, el creador y fabricante de Aslan, Farmacopea S.A, carece de incentivos para promoverme de muestras gratuitas suficientes para atender la extraordinaria demanda, lo que hago, por pura necesidad, es comprar muestras gratuitas a granel. De ahí los honorarios de mis consultas, que de otro modo podrían parecer algo exagerados.
-¿Cuál es el valor real en efectivo de las ocho muestras? -le preguntó Enid.
-Dado su carácter gratuito, y que esta prohibida su comercialización, su valor monetario es nulo, Eartha. Si lo que me preguntas es cuánto me cuesta ofrecerte este servicio sin cobrarte nada, la respuesta es unos ochenta dólares de los Estados Unidos.
-¡A cuatro dólares la pastilla!
-Exacto. La dosis plena para pacientes de sensibilidad normal es de treinta miligramos el día. Dicho de otro modo: una pastilla con capa protectora. Cuatro dólares diarios por sentirse estupendamente: habrá pocos pasajeros a quienes no les parezca una ganga.
-Bueno, pero dígame: ¿qué es el Ashram?
-Aslan. Se llama así, según cuentan, por una criatura mítica de alguna mitología antigua. Mitraísmo, adoración del sol, etcétera. Para decirle más, tendría que inventármelo. Pero cero que Aslan era una especie de león bueno. El corazón de Enid brincó en su jaula. Tomó un paquete de muestra de encima de la mesa y examinó las pastillas a través de sus burbujas de plástico duro. Cada pastilla dorada, color león, presentaba una hendidura central por donde partiría en dos y llevaba como blasón un sol de muchos rayos, ¿o era la cabeza, en silueta, de algún león de rica melena? La etiqueta era ASLAN Crucero.
-¿Qué efecto tiene?
-Ninguno- replicó Hibbard-, para las personas en perfecto estado de salud mental. Pero, seamos francos, ¿hay alguien que responda a esa definición?
-Y ¿Qué pasa si no está uno en perfecto estado de salud mental?
-Aslan suministra una regulación de factores verdaderamente de vanguardia. Los mejores fármacos ahora autorizados en Norteamérica son como un par de Marlboros y un cuba libre, comparados con Aslan.
-¿Es un antidepresivo?
-Sería una forma muy tosca de expresarlo. Llamémoslo, mejor, <<optimizador de personalidad>>
-Y ¿por qué <<Crucero>>?
-Aslan optimiza en dieciséis dimensiones químicas-dijo Hibbard, haciendo gala de gran paciencia-. Pero adivine que. Lo óptimo para una persona que está disfrutando de un crucero marítimo no es óptimo para quien está funcionando en su puesto de trabajo. Las diferencias químicas son muy sutiles, pero también puede ejercerse un control muy calibrado, de modo que ¿por qué no hacerlo? Además del Aslan <<Básico>>, Farmacopea comercializa otras siete presentaciones. Aslan <<Esquí>>, Aslan <<Hacker>>, Aslan <<Ultra Rendimiento>>, Aslan <<Adolescentes>>, Aslan <<Club Méditerranée>>, Aslan <<Años Dorados>>… Y me olvido uno, Ah, sí: Aslan <<California>>. Con mucho éxito en Europa. En el transcurro de los dos próximos años está previsto elevar a veinte el número de presentaciones. Aslan <<Súper Estudiante>>, Aslan <<Cortejo>>, Aslan <<Noches en blanco>>, Aslan <<Desafió a Lector>>, Aslan <<Selecto>>, blablá, blablá. La probación en Estados Unidos por parte de los organismos competentes aceleraría el proceso, pero habrá que esperar sentados. Si me pregunta usted, ¿qué distingue <<Crucero>> de los demás Aslan? La respuesta es: que pone el interruptor de la ansiedad en No. Baja ese pequeño indicador hasta situarlo en cero. Algo que no hace Aslan <<Básico>>, porque en el funcionamiento cotidiano es deseable un moderado nivel de ansiedad. Yo, por ejemplo, estoy ahora con el básico, porque me toca trabajar.
-¿y c…?
-Menos de una hora. Ahí esta lo más esplendoroso del asunto. La acción es prácticamente instantánea, sobre todo si la comparamos con las cuatro semanas que necesitan algunas de las pastillas antediluvianas que se siguen tomando en Estados Unidos. Empieza usted hoy a tomar Zoloft, y con un poco de suerte a lo mejor empieza a sentirse mejor el viernes que viene.
-No, digo que cómo hago para seguir tomándolo en casa.
Hibbard miró el reloj.
-¿De que parte del país eres, Andie?
-De St. Jude, en el Medio Oeste.
-Bien. Entonces, lo mejor es que se consiga Aslan mexicano. O, si tenes amigos que viajan a Argentina o Uruguay, puedes llegar a algún acuerdo con ellos. Ni que decir tiene que si le tomas afición al fármaco y deseas una disponibilidad total, las Pleasurelines estarán encantadas de recibirte de nuevo a bordo.
Enid frunció el ceño. Este doctor Hibbard era muy buen mozo y muy carismático, y a ella le encantaba la idea de una píldora que le ayudara a disfrutar del crucero y, al mismo tiempo, a cuidar mejor de Alfred. Pero el buen doctor se pasa de labia. Y, además, Enid se llamaba Enid. E-N-I-D.
-¿Está usted total y absolutamente seguro de que me hará bien? – dijo- ¿Está superconvencido de que es lo mejor que puedo tomar?
-Te lo garantizo-dijo Hibbard, guiñándole un ojo.
-Pero ¿Qué significa optimizar?
-Notarás una gran capacidad de resistencia emotiva -dijo Hibbard-. Te sentirás más flexible, más confiada, más contenta contigo misma. Te desaparecerán la angustia y el exceso de sensibilidad, así como la mórbida preocupación por la opinión de los demás. Cualquier cosa de la que ahora te avergüences…
-Sí -dijo Enid-. Sí.
-<<Si surge, ya hablaremos de ellos, Si no, ¿para qué mencionarlo?>> Esa será tu actitud. La bipolaridad de la timidez, un círculo vicioso de la confesión al engaño y del engaño a la confesión… ¿Es algo de eso lo que te hace sentir a disgusto?
-Veo que usted me comprende.
-Es todo por la química cerebral, Elaine. Un fuerte impulso de contar las cosas, un impulso, igual de fuerte, de ocultarlas. ¿Qué se un impulso fuerte? ¿Qué va a ser, sino química? ¿Qué es la memoria? ¡Un cambio de tipo químico! O quizá un cambio estructural, pero, ¿sabes qué? Las estructuras están hechas de proteínas. Y ¿de que están hechas las proteínas? De aminas.
A Enid le paso por la cabeza, haciéndole sentirse vagamente inquieta, la idea de que eso no era lo que enseñaba su iglesia -sino que Cristo sin dejar de ser un trozo de carne colgando de una cruz, era también Hijo de Dios-, pero las cuestiones de carácter doctrinal siempre le habían parecido disuasoriamente complejas, y el reverendo Anderson, el de su Iglesia, tenía cara de bondad y gastaba bromas en los sermones y hablaba de los chistes del New Yorker o de escritores seglares como John Updike, y nunca incurriría en nada molesto, como decirles a sus feligreses que estaban condenados, lo cual habría sido absurdo, porque todos ellos eran gente cariñosa y simpática, y luego, además, Alfred siempre se había burlado de su fe, y a ella le resultó más fácil dejar de creer (si es que alguna vez había creído) que tratar de vencer a Alfred en un debate filosófico- Ahora, Enid pensaba que uno se muere y se acabó, muerto queda, y el modo que tenía el doctor Hibbard de presentar las cosas le parecía bastante lógico.
Pero nunca había comprado nada sin ofrecer resistencia, de modo que dijo:
-Mire, yo soy una vieja tonta del Medio Oeste, o sea que eso de cambiar de personalidad no me suena muy bien.
Puso una cara muy larga y muy preocupada, no fuera a ser que no se le notara la desaprobación.
-¿Qué tiene de malo cambiar? -dijo Hibbard-. ¿Tan contenta estás de cómo te sientes ahora?
-Pues no, pero si me convierto en otra persona después de tomar la píldora esta, si me vuelvo diferente, no puede ser nada bueno, y…
-Créeme que te comprendo muy bien, Edwina. Todos nos apegamos de un modo irracional a unas determinadas coordenadas químicas de nuestro carácter y temperamento. Es una variante del miedo a la muerte, ¿cierto? Ignoro cómo sería dejar de ser el que ahora soy. Pero ¿sabes qué? Si <<yo>> ya no está ahí para notar la diferencia, a <<yo>> qué más le da. Estar muerto es problema si uno sabe que está muerto, lo cual es imposible, precisamente por estar muerto.
-Pero es que suena como si esa medicina hiciera iguales a todos los que la toman-
-Eh eh ¡bip bip! ¡Error! Porque, ¿sabes qué? Dos personas pueden tener la misma personalidad y seguir siendo singulares. Dos personas con el mismo coeficiente intelectual pueden diferir en cuanto a sus conocimientos y al contenido de sus memorias. ¿Cierto? Dos personas muy cariñosas pueden tener objetos de afecto completamente distintos. Dos individuos idénticos en su aversión al riesgo pueden diferir por completo en cuanto a los riesgos que cada uno evita. Puede que Aslan nos haga a todos un poco más parecidos, pero sabes qué Enid? No por ello dejamos de ser singulares.
El doctor soltó una sonrisa especialmente encantadora, y Enid, teniendo en cuenta que, según su cálculo, la consulta iba a costarle 62 dólares, decidió que el hombre ya le había dedicado la suficiente atención y el suficiente tiempo, e hizo lo que supo que iba a hacer desde la primera vez que puso los ojos en las leoninas y soleadas pastillas. Abrió el bolso y extrajo 150 dólares en efectivo del sobre de las Pleasurelines donde llevaba sus ganancias de las tragamonedas.
-Puro gozo del León -dijo Hibbard, guiñándole el ojo, mientras le acercaba, haciéndolo deslizarse sobre la mesa, en montoncito de paquetes de muestra-. ¿Quieres una bolsa?
Con el corazón batiéndole en las sienes, Enid regresó a la zona de proa de la Cubierta B. Tras la pesadilla de los días y noches precedentes, de nuevo tenía algo concreto que esperar; y qué tierno, el optimismo de quien lleva encima una droga recién conseguida y de ella espera que le cambie la cabeza; y qué universal, el ansia de eludir los conocimientos del yo…
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- ANOCHE, ARTE x LA PAZ... (10 de Agosto, 2010)
- EDUARDO D´ANNA (10 de Agosto, 2010)
- MARÍA PAULA ALZUGARAY (8 de Agosto, 2010)
- EL LUNES: Arte x La Paz... (7 de Agosto, 2010)
- MASSEI en Página/12 (6 de Agosto, 2010)
- EL PORTADOR en la librería... (5 de Agosto, 2010)
- tarea, rumiando un personaje (3 de Agosto, 2010)
- SEBASTIÁN RIESTRA (2 de Agosto, 2010)
- FERIA de ARTE SOLIDARIA (2 de Agosto, 2010)
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No va a ser fácil acostumbrarse a la ausencia de Fogwill, porque estaba en todos los puntos de tensión que pudieran imaginarse en torno de cualquier falla en la imaginación pública. El mismo era una falla y la representaba con un gasto doloroso y una risa de fauno corrosivo. Hasta que largaba algo inesperado, que venía masticando entre acres agresiones, y era una relación inesperada entre las cosas y el pensamiento. Siempre a la caza, esencialmente atrapaba relaciones de fuerza, oscuras pulsiones sueltas en la vida de todos, molestas revelaciones de las potencias sombrías que están en el lenguaje.
No va a ser fácil acostumbrarse, porque queda su obra, como siempre se dice, pero su obra es como él, es como él era, una frágil membrana de la realidad que se recreaba en cada una de sus actuaciones públicas, de su teatro y comedia del existir. Cuando uno muere, cuando se muere, nos dan el nombre verdadero, nos lo devuelven como regalo póstumo en un acto funerario. Se vuelve entonces a llamar Rodolfo Enrique Fogwill, vuelve a nacer en Quilmes hace 69 años, vuelve a ser estudiante de sociología y vuelve a escribir su obra, con su genealogía correcta y adecuada a una biografía, en la que durante muchos años le dijimos "Quique" hasta que le respetamos el sacramento de su "Fogwill".
Pero más que una biografía, manejó publicitariamente su nombre y lo convirtió en un ícono sonoro, emblema visual de mercado y epistemología errante. Usó la expresión "experiencia sensible" para decir algo que nunca dijo literalmente: que sólo rescatando la experiencia sensible, que es la más radicalizada flema lírica y musical debajo de las palabras, podemos seguir existiendo. Y la experiencia sensible es un humanismo que Fogwill no declaró nunca como tal, o que incluso lo hizo, pero negándolo. "Publicitaba" aquello en lo que no creía, como todo gran publicitario. Al hechizo del mundo técnico, tema contra el cual compuso sus novelas, lo mostró proviniendo de una ceguera formidable, y la designó como el fin de esa experiencia sensible. Pero lo que hacía parecía lo contrario, un salmo a la teoría de la emancipación con que las grandes tecnologías gustan de verse a sí mismas.
Fue poeta lírico que buscó rehacer el lenguaje vivo en medio de un cultivo fetichista de los infinitos rezagos de las tecnologías, del marketing, del habla prefabricada de las profesiones y del pragmatismo positivista con el que solemos practicar nuestros lenguajes diarios. De ahí saca sus novelas y poesías. En los Pychicyegos la guerra es el lenguaje, las posiciones en las trincheras están en el habla. La guerra primero nos exige que conversemos como ella, en estado fisicoquímico de necesidad, aunque luego nos dejaría redimirnos como poetas liberados. Cito en la vaguedad de la memoria otros de sus escritos: en otro orden de cosas muestra hombres aprisionados en los tejidos metálicos del poder, pero el poder decide entretener a los intelectuales dejándoles la organización de vanas utopías humanísticas. También allí la red tecnológica –alerta Fogwill– nos captura. Pero su novela ofrece la cifra de una implícita redención, sin que nos demos cuenta. Nadie debía darse cuenta, ni él, porque la existencia no puede declarar sus fines (pienso que pensaba Fogwill).
En La experiencia sensible, justamente, se propone aferrar el secreto nominalista de la materia, rebosante de amenazadoras energías, de longitudes oníricas, de átomos de excitación física, de impulsos sexuales que se trazan según automatizaciones desoladoras. Pero siempre está la sensación de la catástrofe inminente, pues el factor técnico y la administración de la materia no pueden gobernar la vida. Salvo con el terror. Fogwill logra traducir esas sensaciones salvadoras, las escribe como un cyber-alquimista en medio de cableados y probetas.
Sus poesías son el intento de encontrar, como en su héroe, Leónidas Lamborghini, el punto en donde el lenguaje se recobra en las tinieblas luego de sufrir el divino acoso de los poderes técnicos. Tituló Runa a uno sus poemarios porque solamente evocando una supuesta lengua originaria y distraída (debió pensar), se podría volver al mundo humano. Su propio nombre lo convirtió en una "runa", en un signo burlón y profético, tomado a la chacota, pero escribiendo una de las literaturas más asombrosas del país contemporáneo. Los nombres verdaderos de las cosas debían surgir del trabajo burlón de un viejo filósofo cínico que condenaba la simulación y la practicaba a diario. Fue un filósofo del lenguaje, pero actuó como un entretenido semiólogo sesentista, mostrando que hablar era mover placas tectónicas, aunque se trataba del zumbido a veces insoportable que producía en las charlas de bar o en las conferencias que daba, con la estricta misión de anular el modo falaz con que en todo el mundo se producen esas convocatorias.
No va a ser fácil acostumbrarse a su ausencia, porque su presencia mantenía los hilos ocultos de lo que significaba una picaresca y un desértico balance del existir. Su personaje inquisidor, su socratismo doloroso, poseía un indicio de redención que sin embargo debía ser percibido –como en toda su poética-, en términos de una distracción y una humorada. Solo así podía surgir una "runa", un signo que descifrara el presente y no generara ningún poder si eso pasara. Actuó simulando que si eso ocurriera, no debía importar, porque basta que se confesase un interés, cualquier interés, para que surgiera un problema de dominio, de hegemonías, de poderes. No solemos acostumbrarnos fácilmente a la desaparición de un gran comediante, porque pareciera que pone de inmediato en peligro su obra y la de los demás.
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* Sociólogo, director de la Biblioteca Nacional.
—-la nota se publica hoy en www.pagina12.com.ar