Otras navidades
Publicado en General el 24 de Diciembre, 2009, 12:34 por M. Ce Rivarola
Villancico
Yo canté con mil niños a coro en el monumento. Juanjo Cura fue un director muy apático y paciente. Por supuesto en casa nunca faltó el Rolli sec, si las margaritas. Todavía resonaba en mi garganta la z de paz cuando una cara de vieja buena con manos de lija tocó mi timbre. Mediodía de 25 de diciembre. Ya tenía trece años y piel azul. Corrí desesperado por mi alcancía y le di un billete que no era de pan dulce ni familia, perforándome con sus arrugas me dio la bendición. Amén. Amen. Mi señora dormía con un tirano. Tratando de no hacer ruido escalé la cucheta con los pies en punta, hice un nudo con mis músculos y en posición fetal lloré. Absence-
présence Inestable y decidido di un salto para asomarme al ombligo de su mundo, en ese instante se cortó la luz y ya no pude ver, el barrio se cerró con candados y rejas, pánico al choreo. También me asusté, supuse que esa cara nunca volvería. Tres años después en el baño, y con jabón en el espejo, escribí mi primer verso. La navidad no tiene nada de rojo y verde. Ella despertó de su siesta con el alma impregnada de olor dulce y tuvo miedo. Pidiéndole al cerebro que flexione la rodilla pateó la gran bola de boñiga, mientras yo enumeraba palabras clasificándolas por categorías. Llovía, como hoy. El abrazo de madre sostuvo mi cabeza pesada y me dio un cachetazo de vida. La boca tarareaba: gurisito costero… duérmase…Me acunó.
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