"Es necesario que se pregunte para que yo siga vivo, por que yo soy tan sólo su memoria". HAROLDO CONTI. Los caminos, homenaje.




más de IELPI y el fasto prostibulario

Publicado en General el 10 de Diciembre, 2009, 8:50 por MScalona


PRESENTARON “EL IMPERIO DE PICHINCHA”,
DE RAFAEL IELPI.
Una sociedad hipócrita que cuestionaba los prostíbulos y al mismo tiempo los aceptaba como lugar de iniciación sexual de los jóvenes
NAIR TAMARA KOZORIZ, El Fisgón Digital
Arriba, Marcelo Scalona y el autor; abajo, la sala principal del Rivadavia colmada (Fotos Guillermo Turín, Prensa SCyEM)
01/12/2009 -
“El Imperio de Pichincha”, último libro de Rafael Ielpi recientemente presentado en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia de Rosario, describe una sociedad hipócrita que cuestionaba los prostíbulos y al mismo tiempo los aceptaba como lugar de iniciación sexual de los más jóvenes. Analiza las conexiones políticas con el desarrollo de los grupos mafiosos y la “trata de personas”. Durante el acto, en el que hablaron el presentador, Marcelo Scalona, y el autor, se argumentó en favor de los llamados divulgadores de la historia enfrentados con los historiadores académicos.


Scalona. puso de relieve que el libro tiene como antecedente “ Rufianismo y prostitución”, que escribieron en forma conjunta Ielpi y el desaparecido historiador y escritor Héctor Nicolás Zinni. Este libro -recordó por su parte Ielpi- fue el primero en la ciudad de Rosario en tratar el tema de la prostitución “...después –dijo- se empezaron a realizar estudios desde los niveles académicos de la universidad y ahí la temática tomó una dimensión mas abarcadora y tal vez más minuciosa porque se empezaron a analizar costados que nosotros no analizamos, lo específicamente reglamentario, porque no formaba parte de nuestro interés, de nuestra visión del tema.” Concluyó que ese tipo de relato “para un lector común es bastante aburrido y denso”.



En su presentación Scalona asumió y argumentó en defensa del derecho y la validez de escribir sobre el pasado fuera de los ámbitos académicos, para ello hizo referencia a la polémica que se presentó entre el autor del libro y la historiadora María Luisa Mujica a propósito del nombre asignado al prostíbulo más emblemático de Pichincha, el “Madame Safo”, aceptado por el autor en lugar de “ El Paraíso” como figura en los documentos, explicó que “la aprehensión entre los académicos de la historia y cronistas de la historia u otra clase de historiadores como es el caso de Rafael o de Zini que trabajan con la historiografía pero que también, porque les interesa más la literatura o el periodismo, tienen una concepción de la historia mucho más compleja, más abarcadora que la sola presentación de documentos o de archivos. Más allá de lo que pueda decir con toda verdad o certeza un registro de catastro o de la oficina de habilitación, como ser que el prostíbulo se llamaba “El Paraíso”, nadie lo conocía con ese nombre,. más allá – bromeó- de que era un paraíso. Para la mayoría de los que iban, era “Madame Safo”. Entonces de algún modo ahí hay una diferencia teórica que después juega en otras cosas más importantes...”



Por su parte, Ielpi dijo en este sentido a El Fisgón Digital que “la historia académica tiene un gran valor, que es el valor de la formación que le da la universidad. Pero en general los historiadores escriben para historiadores o para estudiantes de historia. El gran público queda un poco alejado, por ahí, de la historia. Hay excepciones como Halperin Donghi, que es un tipo de muchísima trayectoria y vale la pena leerlo. Otros con la cantidad de citas y citas dificultan el acceso del lector común; la lectura se hace más complicada. Por eso es que existen los divulgadores de historia por ejemplo Felix Luna , Pacho O´Donnell, Pigna “. Finalizó afirmando: “Todo el mundo puede tener una mirada de la historia; unos la tendrán mejor que otros, con más especificaciones, con más preparación, pero la historia le pertenece a la gente no a los historiadores”.



Marcelo Scalona subrayó que el libro tiene una “fundamentación abrumadora”, y también que “es un libro muy fluido muy entretenido , que se lee casi como un libro de Dikens, sobre todo uno encuentra en un momento todo ese magma sobre el que trabajaron Roberto Arlt, Borges, Onetti. (...) que genera un enorme deseo de agarrar y salir a caminar por Pichincha a reconocer algunos lugares, porque hay muchas casas que se conservan”.



También destacó de la obra que el autor ha abordado la historia críticamente, pues hizo “un análisis similar al que ya utilizó en la crónica que le dedicó a la Forestal; un análisis ensayístico, ideológico y político que permite que el mismo lector vaya elaborando el juicio de que el más grande rufián es la policía o el poder político”. Ejemplificó tal afirmación con el señalamiento de que ”el fallo de la Cámara Penal de Buenos Aires que libera después de pocos meses a los 108 rufianes detenidos por el juez Rodríguez Ocampo por encontrar que no había asociación ilícita” pese a las pruebas evidentes .



En ese sentido, Ielpi, explicó que “si se piensa en el rédito económico que dejaban los prostíbulos se puede vislumbrar el poder que ejercían en la justicia, pese a que estaba a cargo de profesionales muy reconocidos”. (…) “Se protegen para no entorpecer la marcha de ese negocio que por otro lado buena parte de la sociedad la consideraba un elemento necesario, didáctico e higiénico para la salud de los jóvenes que se iniciaban sexualmente en los prostíbulos”.



Amplió el contexto en que se desarrolló el fenómeno prostibulario diciendo que “no era fruto de actividades individuales, sino que era fruto de una rígida organización comercial de ´tratantes de blancas´ que es el lado oscuro de está temático. Yo siempre insisto en tratar que más allá del costado pintoresco, jocoso, divertido que tiene toda la saga prostibularia había realmente una cosa aberrante que era la trata de personas, el engaño, el aprovechamiento de la miseria de las mujeres europeas, ucranianas, polacas y sobre todo del pueblo judío, que eran engañadas a través del contrato de casamiento que se fingía, y así eran traídas a la Argentina”. Otro aspecto a destacar dijo Ielpi fue que: “existían conexiones importantes con países limítrofes, sobre todo en Uruguay y Brasil. Con mecanismo muy aceitados “



EL POETA POR EL HISTORIADOR



Al final de la presentación de su libro, Rafael Ielpi anunció: “Es mi ultimo intento por tratar el tema, porque me parece que aquí he redondeado de forma bastante completa esos años de apogeo del fenómeno prostibulario de la ciudad y seguramente me voy a dedicar a la poesía que es menos ingrata que la historia” .

Confesó después a El Fisgón Digital que, “en realidad, no es que sea una tarea ingrata; es una tarea complicada. Cuando yo empecé a investigar no había Internet, era todo mucho mas difícil. Ahora me quiero dedicar a la poesía porque la tenía como una asignatura pendiente”



PROSTITUCION AYER Y HOY



En el intercambio con el público alguien señaló que en la actualidad existen muchas ofertas sexuales en el diario. Ielpi dijo al respecto que “el tamaño de los avisos de autos es más chico que el de las ofertas sexuales, lo que hace cierto que la prostitución sigue siendo la profesión más antigua del mundo”.



Una señora del público comentó a propósito de ello que se publicó en el diario por equivocación en una oferta sexual su número de teléfono, lo que le hizo gracia al principio por las llamadas recibidas, pero terminó. “En octubre me reí –aclaró-, pero en abril no podía dormir por las llamadas”. La confesión provocó risas del auditorio.



POR LA IDENTIDAD ROSARINA



Luego de escuchar la presentación del libro, el intendente municipal Miguel Lifschitz le dijo a esta cronista que estaba “tentado de agarrarlo esa misma noche y leerlo, porque es una historia relativamente contemporánea y tiene que ver con nuestro origen aluvional migratorio y con esa época tan extraordinaria de la ciudad de Rosario que fueron las primeras décadas del siglo XX, con el desarrollo del puerto, el gran desarrollo comercial y junto con ello el fenómeno de la prostitución en el barrio de Pichincha. Es muy bueno reflejar y recuperar la historia de la ciudad creo que hay muchos historiadores y periodistas que han y están trabajando sobre distintos temas. Esto es bueno para la ciudad porque hace a la construcción de lo que es su identidad como ciudad, su identidad histórica”.

  
Autores
María Paula Cerdán, Francisco Kuba, Verónica Laurino, Marcelo Scalona, Caro Musa, Claudia Malkovic, Silvina Potenza, Marcela González García, Soledad Plasenzotti, Natalia Massei, Mónica M. González, Ariel Zappa, Cintia Sartorio, Cecilia Mohni, Silvia Estévez, Julia M. Sánchez, Matías Settimo, Marisol Baltare, Maximiliano Rendo, Matías Magliano, Andrea Parnisari, Roberto Sánchez, Alina Taborda, Nicolás Foppiani, Mayra Medina, Alfredo Cherara, María B. Irusta, Ale Rodenas, Laura Rossi, Germán Caporalini, Rosana Guardala Durán, Rosario Spina, Sergio Goldberg, Luisina Bourband, Alejandra Mazitelli, Tomás Doblas, Laura Berizzo, Florencia Manasseri, Beti Toni, Nahuel Conforti, Gabriela Ovando, Diana Sanguineti, Joaquín Yañez, Joaquín Pérez, Alvaro Botta, Verónica Huck, Florencia Portella, Valeria Gianfelici, Sofía Baravalle, Rubén Leva, Marcelo Castaños, Luis Astorga, Juan Pedro Rodenas, Esteban Landucci, Dora Suárez, Laura Cossovich, Alida Konekamp, Diego Magdalena, Franco Trivisonno, Gerardo Ortega, Roberto Elías, Facundo Martínez, Ariel Navetta, Graciela Gandini, Jimena Cardozo, Soledad Cerqueira, Juan Gentiletti, Sebastián Avaca, Emi Pérez, Adriana Bruniar, Mariano Boni, Flor Said, Elina Carnevali, Roxana Chacra, Lorena Udler, Nora Zacarías.-