FELIPE ALDANA
Publicado en De Otros. el 9 de Diciembre, 2009, 17:23 por MScalona
POEMA MATERIALISTA Se abre el libro mayor Y allí figuran las primeras servilletas Y los insomnios del grillo cantor: Cuarenta años de sobresaltos por los baberos. Dos ojos Severamente recorriendo el diario: Once años con cristales rotos Y la escoba de la vecina Que juega por sus hombros. ¡Todo se registra en este libro mayor! Los juguetes Y la ausencia de juguetes. Y todo con su precio: La escarlatina, El enojo, La alegría, El dolor, La pesadilla, Los centavos… La tinta de este libro mayor Fue lealmente masticada. Masticó el éxito hasta el impulso Y el fracaso hasta la nada de humo. Pase Ud. la edad de los espejos, Salga a la calle, Entre a los negocios, ¡En todas partes está el libro mayor! Y eso es bueno: Como la sopa de quáker Y como el sol, Que es padre nuestro de los días Sin nubes. Mucho salen con el pecho abierto Dispuestos a borrar los adoquines. Y esos días quedan. Son las músicas fragantes del pasado, Cateras, Vertientes luminosas, Porque de este libro mayor Nada se borra. ¿Qué mano invisible y poderosa Va escribiendo las páginas en blanco? La paciencia es una llama Resguardada del viento. Nace a los quinientos folios. Tiene filigranas de viejas inquietudes Y un dibujo oscuro De cosas olvidadas. En la página mil registraremos Las tiernas margaritas. Esas gotas de miel entre caireles, Ese rostro de niña quinceañera. Evitamos con paciencia los borrones. Traten de no mover el codo al escribiente. En procura del azul caligrafía Necesita escribir serenamente. ¡Nadie lo toque ya! Vuela en sonido de músicas lejanas, Rompe la arquitectura de las nubes Y hace nuevas construcciones con el viento. Cuando vuelva habrá que darle un mapa Para que esté otra vez entre los hombres Repartiendo sus buenas golosinas. Si le tocan el brazo se abren grietas profundas, Terribles nebulosas de tinta. Eso ocurre en la página cien mil, entonces comienza a correr el llanto, El llanto oscuro, gelatinoso, espeso, Que no evapora en lágrimas, Que va formando ese firme sedimento Que se llama la base del hombre Maduro De ojos bien abiertos. En la página trescientos mil, Más adelante, Registremos geográfico poema: El pan de azúcar Que es pan de tierra. Pan!, pan de paisaje, Pan! De belleza, Pan! Pan! Pan!......... Estremecido a mar el ramillete, En corriente sonora la palabra, Violines saca de los nombres: duros Y en melodía los conceptos labra. Nadie nada no, No vale nada ? Pero sí, está bien… Yo voy a silbar. FELIPE ALDANA, Rosario, 1922-1970 De la antología LOCO DE BELLEZA, Ed. |