25 de Octubre, 2005
Publicado en Poemitas. el 25 de Octubre, 2005, 23:28
por montidoro
Un pétalo elude su cuerpo,
Temeroso a quedar inerte ante su figura
Mientras sus pies siguen una trayectoria anunciada.
Mientras su mente vuela,
Humo virgen rodea su cabeza,
Sin entender que le prepara el destino.
Un paso en falso molesta a su ser y cae.
Cae profundo.
En un abismo desorbitado y próximo al entierro.
En un abismo de una noche sin caricias.
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Publicado en General el 25 de Octubre, 2005, 23:10
por scalona
----- Original Message -----
Sent: Tuesday, October 25, 2005 10:13 AM
Subject: Marce: atento a la jugada... por si te sorprenden
A mis amigos les informo de una nueva técnica de robo en la vía pública de la que he sido víctima personalmente.
Son dos mujeres jóvenes que trabajan juntas.
En un semáforo, una de ellas, rubia, alta, con un top sugerente, se ofrece para limpiarte el parabrisas del auto. Mientras tanto la otra, también en buen estado pero morocha, te afana todo lo que tenés en la guantera mientras te hace sexo oral.
Me robaron dos veces el jueves, tres el viernes, una el sábado y dos el lunes. El domingo no las encontré por ningún lado a las hijas de puta.
Alejandro Adrián Hugolini alejandrohugolini@yahoo.com.ar
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Publicado en Pavadas hechas texto, el 25 de Octubre, 2005, 21:50
por Paula Aramburu
De repente, me di cuenta que la música se alejaba cada vez más. Fue como si mi cabeza se hubiese sumergido en un tanque de agua donde todo era sordera, oscuridad, asfixia. Un zumbido agudo y persistente surgía desde el fondo.
Las piernas me temblaban... por cuánto más podrían sostenerme?
Mientras mis manos transpiraban el sudor frío de la noche, Eric Clapton comenzaba a tocar Layla en su guitarra.
Pero yo, desde muy lejos, sólo podía escuchar cómo algunas voces pedían a gritos permiso para pasar. No entendía nada, hasta que lo pude ver todo claramente: tres hombres arrastraban un cuerpo inerte por el césped del campo: el mío.
Fue en ese instante cuando el tiempo y el espacio se consumieron en una bocanada de aire, y mi cuerpo quedó suspendido entre esas dos dimensiones, ahora extrañas.
La pesadez que me habitaba desde hacía tiempo se hacía cada vez más liviana, tan liviana y volátil como la caída de la pluma de un pichón en su primer vuelo lejos del nido.Y desde allí pude ver cómo el peso de mi no ser sobrevolaba la inmensidad del escenario. Y pude sentir, entonces, pude sentir el inmenso placer de separarme de mí.
No ser.
No sentir.
No pensar.
Qué más podía pedir?
Todo desapareció a mi alrededor; ya nada me representaba: no más obligaciones, ni responsabilidades; no más miedos ni dolor ni tristeza; no más desamores, esperanzas o desesperanzas; no más olvidos, tampoco memoria.
Todo había quedado, por fin, reducido a esa profunda oscuridad y a ese inmenso silencio que me decían que estaba bien, que estaba muy bien sentir ese alivio de no ser.
Y mientras alguien en mí se debatía entre la vida y el abismo, muy despacio, desde muy lejos, como una letanía, Eric susurrando en mi oído "Tears in Heaven".
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Publicado en Cuentos el 25 de Octubre, 2005, 10:50
por Omarmay
"La cultura es la fatalidad a la que estamos condenados"
Roland Barthes.
No podía ser de otra manera. Desde ese 22 de noviembre de 1963,cuando nacistes, en Dallas asesinaban al Presidente Kennedy. Por esa particularidad uruguaya con los nombres, te bautizaron John Fitzgerald Caraballo. De ahí viene marcada tu vida a la tragedia de ser vivida.
Probablemente tu madre, Teresa, muy lejos de la de Cálcuta, lo halla pensado para tu grandeza, como la del vecino, cabo de policía y bochófilo conocido, que se llamaba Franklin Delano Gómez. Debe haber nacido en alguna reelección de Roosvelt o regreso victorioso de la guerra mundial.
Hoy, en la distancia, leo el diario a través de internet, y en primera plana, foto incluída, veo "Delincuente con frondoso prontuario nuevamente entre rejas". Y sos vos, John Fizgerald Caraballo, como no te iba a reconocer con ese nombre, a pesar que te dejé de ver cuando éramos botijas.
Cuando Teresa, la loca, te puso ese nombre, decía que era un homenaje a ese mártir que nos mandaba leche en polvo y demás provisiones a través de la Alianza para el Progreso. Te acordás, esas bolsas de papel que llegaban a la escuelita rural, con dos manos sosteniendo una antorcha.
Franklin Delano Gómez fué el primero de la policía mortorizada que vimos, cuando venía de paso por su casa, salpicándonos de barro, siempre ese barro, permanente de barrio suburbano. Corríamos detrás de su moto a ver si nos llevaba unos pocos metros.
Delitos menores, dice la noticia. Claro, para delitos mayores deberías llamarte George W.Caraballo, o Carlos Saúl, o Domingo Felipe o Benedicto XVI. En fin la lista es muy larga y corto tu destino.
¿Sabías que sos hermano de leche de uno de mis tantos hermanos?. Cuando a tu mamá la internaban en el psiquiátrico, hasta que vovía, la mía te amamantaba. Si supieras como nos divertíamos cuando le daban esos ataques de enajenación. Primero se emborrachaba por largo tiempo, y así tu padre y los de tus hermanos eran siempre ausentes. Después, cantaba toda la noche subida en el brocal del pozo de agua, como si estuviera en el escenario del cabaret.
-Bajate Teresa.Te vas a caer al pozo. No tiene tapa- le imploraban los vecinos. Ella les contestaba en tono festivo:
-¡Pasen, tomense unas copas y disfruten del espectáculo y de las chicas!-señalando a tus hermanas. Cantaba toda la noche..."yo soy la papusa, la mas agraciada...".
Las vecinas se llevaban a Uds. uno por casa, vos a la nuestra, y nosotros a dormir, esperando que en algún momento se cayera al pozo. Los mayores le hacían la vigilia hasta que la ambulancia vieniera a llevársela.
A lo mejor, en esa cárcel no esté para cuidarte Franklin Delano Gómez. Su designio lo debe estar haciendo disfrutar de una jubilación de sargento, comisario de de algún torneo de bochas en el Círculo Policial que lleve su nombre. Vos, nombre de la tragedia, en tu hábitat, esa cárcel.
No tuvistes tu Marylin, a lo sumo alguna pupila amiga de tus hermanas, de cuando le ibas a pedir ayuda en los prostíbulos. Ellas siempre te protejían. Eras el mas chico hasta que te dejé de ver. Tampoco la periodista famosa que quisiera casarse contigo. A vos los peridistas te sacan de frente, de pérfil y con un número. No les alcanzaba con tu nombre.
Para el año 2050 diran quienes atentaron contra Kennedy. Contra vos...¿cuando?...
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Publicado en Poemitas. el 25 de Octubre, 2005, 0:35
por tomasboasso
No pares
dulce
alivio
suena
en mí
Do
Re
Mi
Fa
Sol
La
Si ,
tristes menores
bemoles y sostenidos
hasta a veces rompe en pena
un acorde disminuido.
no pares no pares,
es remedio a mis oídos
esa melancólica armonía
que sumerge en lenta agonía
a esta fiel soledad, que ahora
yace dispersa en la alfombra
y se convierte en compañía.
sigue así, no pares.
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Publicado en Cuentos el 25 de Octubre, 2005, 0:34
por tomasboasso
BUSCÁNDOTE
Una noche, un segundo. Entrar a oscuras y salir encandilado. Pasa seguido y pasó en aquella oportunidad. Entré al bar (de noche) buscándote, salí (de día) buscándote. Pero hubo un lapso (dorado, on the rocks) casi imperceptible entre esa noche-madrugada y aquella mañana soleada de verano, y quizás no lo recuerdo, quizá fue nada, pero entré sobrio, salí borracho, buscándote. Me vine a enterar (creo) que estabas en la otra punta de la ciudad… y pensé que estábamos tan cerca que podría caminar hacia vos por toda la costa cantando (there is no pain you are receding), planeando el encuentro (a distant ship smokes on the horizon), verificar tu existencia y palparte (you are only coming through in waves), momento onírico más que real, pero allí en frente de todos y ante todos (your lips move but I can´t hear what you´re saying), y finalmente encontrarte, tanto buscar y patear, verte, abrazarte, las olas de la orilla empujándonos hacia otro lugar (¿alguna cama?), pero plantarnos en la arena, hundirnos, morir allí, en ese encuentro mortal y eterno, con un sol cada vez más arriba y molesto, besos de whisky y vino tinto, ojos de fotografía berreta, manos pegajosas, calor insoportable, vestidos en plena playa y mañana, cayendo por fin en las láminas de agua que iban y venían creando un movimiento que tantas ganas me daba de imitar, vos orilla, yo ola, amarte en vaivén durante el resto de la mañana y la tarde entera para luego enfurecerme por la noche y arrasar sobre tu cuerpo erosionado. Pero no hubo caso. Seguí buscándote toda la mañana, con mi lengua whisky y ropas ya vencidas, escupiendo arena y agua por los pies. Aquel día hubo caminos paralelos, nunca iban a cruzarse; avenida cubierta de espejismos en el desierto, no más agua ni olas, no más tu beso, y yo cada vez más pequeño como metido en un inmenso reloj de arena, cayendo tantas veces como se diera vuelta ese reloj-mundo-cabeza, pesadilla ebria y pegajosa, vértigo. El desencuentro seguía su causalidad y lo previsible llegaba. Al final del camino un cementerio (nada de metáforas), punto justo para darse por vencido y perderse en lo que dios y los muertos desearan, me tiré en la puerta acostándome en forma indescriptible y tuve un deseo: tener quince años menos para llevar a todos lados, inseparables y útiles (más que nunca útiles en un cementerio)… el balde con arena y la palita.
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Publicado en General el 25 de Octubre, 2005, 0:06
por scalona
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